Un día en... Venecia
El Hotel NH Laguna Palace, está en Mestre, un distrito próximo a Venecia, fuera del circuito turístico convencional, lo que permite abandonarse en la noche con un silencio y tranquilidad reconfortante después de una jornada de ruidosos paseos entre multitudes, inevitable en cualquier época del año en Venecia.
9:00
En 15 minutos, un coche del Hotel nos traslada a Piazzale Roma, principio y fin de trayecto de todos los “Vaporettos”. La línea 1, nos lleva a la Plaza de San Marcos, un paseo por el Gran Canal, que se convierte en la primera gran experiencia de un recorrido lleno de encantos. La navegación por los canales es lenta, en claro contrapunto con la activa marcha que imponen las rutas turísticas en tierra firme por el resto del Estuario.
9:30
Casi 100 metros de altura a escalar, en uno de los dos ascensores hasta cubrir el mirador de la Torre del Campanille, coronado por la veleta dorada de un ángel y una de las vistas más impresionantes de la “Serenisima”. Una de las muchas recreaciones que justifican una larga presencia en la emblemática “Piazza”: el Palacio Ducal, la Basílica de San Marcos, la Torre del Reloj, la Biblioteca Sansoniviana o las dos columnas que te reciben, de San Marcos y San Teodoro.
12:00
Por la parte trasera del Palacio Ducal, transcurre el Río di Palazzo, desde su desembocadura en el Gran Canal, se puede admirar un bello y barroco puente cubierto, el de los Suspiros. Camino de los presos hacia su ejecución, junto con el de Rialto, son los dos puentes más famosos de Venecia.
Retrocediendo un par de manzanas, en el mismo lado del canal, esquina con la calle Vallaresso, está uno de los locales clásicos de la ciudad, Harry’s Bar, frecuentado por mitómanos, en busca de huellas de personajes universales, (Chaplin, Capote, Toscanini, y Hemingway… por supuesto) volveremos en otro momento a probar la sublime invención de su dueño Cipriani, el “Carpaccio” de ternera.
Aprovechamos que no hay muchos parroquianos y nos regalamos un “Bellini” delicioso cóctel de la casa a base de champagne y melocotón.
13:00
De regreso, el vaporetto nos acerca a la parada de “Accademia” vemos la fachada principal del palacio Venier del Leoni, desde 1949 convertido en la Fundación Peggy Guggenheim, donde esta inefable norteamericana reunió la más importante colección de obras de arte contemporáneo de Italia, el acceso es por la parte trasera, un pequeño jardín con esculturas de Moore, Giacometti, Caro, etc. y varias salas con pinturas de Picasso, Pollock, Kandiski, Mondrian, Magritte entre otros. Aprovechamos la hora y comemos en su alargada cafetería unas excelentes pastas. Entre tanta extasía de obras de arte, nos quedamos con la escultura de Marino Marini que preside la fachada del canal “El Ángelo della Citta”, sublime y provocativa.
17:00
Nos perdemos entre callejuelas estrechas y húmedas, es el laberinto más encantador del Mundo, por fin subimos los peldaños del Puente del Rialto, y asomados desde el centro, levantamos la mano, devolviendo el saludo a los navegantes que desaparecen complacidos por el gran ojo central.
A dos pasos está la Scuola Grande di San Teodoro, en el campo de San Salvatore, el concierto es a las 18’00 horas, en su interior, la orquesta “I Musici Veneziani” compuesta por una selección entre los más grandes virtuosos venecianos y ataviada con exquisitos trajes del siglo XVIII. La impecable ejecución de las Cuatro estaciones de Vivaldi, hacen de este concierto una gloriosa e inolvidable experiencia.
20:30
De nuevo en dirección al corazón de Venecia. El prestigioso hotel de lujo Bauer, se encuentra en el Campo di San Moisè, a tan sólo 5 minutos de la Plaza de San Marco y de las tiendas más elegantes de Venecia. Es caro, carísimo… pero su terraza ajardinada es mágica y accesible, ofrece a sus visitantes una magnifica vista en primera línea del Gran Canal, el ir y venir de las góndolas te sustrae mientras anochece. Un par de copas, mientras Venecia entera pasea balanceándose al ritmo de algún lejano “O Sole mío”
23:00
Vaporetto a la Plaza de Roma y taxi al NH. Con el tiempo justo, antes de que cierren la cocina del hotel, compartimos unos platos fríos con nuestros vecinos de mesa, la tripulación del vuelo de Iberia, recién llegados y en cuyas manos estaremos mañana de regreso a casa.
24:00
Buenas noches y hasta mañana.
Qué belleza!...se ve que lo estás pasando de maravilla!...(no podría ser de otra manera en ese lugar de encanto!)
ResponderEliminarUn abrazo.
Del blog de la floristería vine para tu blog. Qué hermoso Venecia... Sigo paseando por aquí.
ResponderEliminarSaludos perfumados.
Viajas por todo el mundo por lo visto!!! TE ENVIDIO....!
ResponderEliminar"El sereno canal, de romántica luz ..." ahhhhhhhhhhhh quiero irrrr!!!
ResponderEliminarBueno al menos estuve paseando un rato por alli a través de tus fotos (muy lindas).
Abrazo
¡¡¡Caray, que recuerdos!!!!!
ResponderEliminarAcabo de decidirlo, tengo que volver, pero no en agosto.
Yo estuve también en agosto y coincidí con la Bienale de Arte Moderno y aquello era enloquecedor....
Me encantó tu recorrido y tus fotos.
Un besito
Mónoca, lo pasé y espero pasarlo de nuevo de maravilla.
ResponderEliminarVenecia, es increiblemente bella.
Vilma, bienvenida, te traen las flores, no podía ser de mejor manera, pasea todo lo que desees, espero que te guste.
Ani, gracias, Venecia se merece estas fotos, que no siempre dan la verdadera medida de lo linda que es.
Luna, yo también he estado coincidiendo con la bienal, me hubiera gustado comentar algo, pero no me cabía, ya te lo puedes imaginar.
Besitos
¡¡Mónica!!
ResponderEliminarperdón
Qué bueno se debe estar en este momento en Venecia mientras un gondolieri entona una melodiosa canzonetta.... En fin, ya llegará ese día. Por ahora me regocijo con tu relato.
ResponderEliminarA domani.
En este momento y en cualquier otro en Venecia se debe estar de maravilla.
ResponderEliminarEspero que este paseo diario te haya trasladado por unos minutos a esta ciudad de Ensueño.
Besos