Este Jueves, Relato. Tauromaquia
Ella, también estaba enamorada de él.
Lo conoció una noche en la que sus caras se fundieron en el reflejo de una esperanza cristalina, les sorprendieron sus diferencias vitales, pero una primera conexión sentó las bases de esta relación tan abstracta y virtual.
Era antinatural, ella hasta ese momento había jugueteado con los astros y él con las vacas, pero ese instante había torcido los destinos de ambos en una dirección impensable.
Se buscaban en la noche, al reflejo de aguas salmantinas que cristalizaban sus rostros en la helada madrugada, su amor era incompleto, les faltaba tocarse, seguir con la mirada sus gestos, temblar con sus rubores. Así, con esas carencias se encontraban y así se disfrutaban.
Lo conoció una noche en la que sus caras se fundieron en el reflejo de una esperanza cristalina, les sorprendieron sus diferencias vitales, pero una primera conexión sentó las bases de esta relación tan abstracta y virtual.
Era antinatural, ella hasta ese momento había jugueteado con los astros y él con las vacas, pero ese instante había torcido los destinos de ambos en una dirección impensable.
Se buscaban en la noche, al reflejo de aguas salmantinas que cristalizaban sus rostros en la helada madrugada, su amor era incompleto, les faltaba tocarse, seguir con la mirada sus gestos, temblar con sus rubores. Así, con esas carencias se encontraban y así se disfrutaban.
Ella, se llamaba Catalina, él, Ojos Negros, a ella la habían bautizado para la vida, a él para la muerte, aunque se dejaba engañar, cuando le vendían un destino inmortal.
Había soñado con ser Ruiseñor, o Llama, o Lince y decidir sobre su propio destino, pero sabía que una tarde de glorias ajenas, un estoque asesino, acabaría con sus sueños.
Noble y confiado, para recibir la muerte con educación. Bravo y entregado para aumentar el caché de su asesino.
Bello y con trapío, para ilustrar una pintura cuyos rojos son los suyos propios.
...”Ese toro, enamorado de la Luna”
Había soñado con ser Ruiseñor, o Llama, o Lince y decidir sobre su propio destino, pero sabía que una tarde de glorias ajenas, un estoque asesino, acabaría con sus sueños.
Noble y confiado, para recibir la muerte con educación. Bravo y entregado para aumentar el caché de su asesino.
Bello y con trapío, para ilustrar una pintura cuyos rojos son los suyos propios.
...”Ese toro, enamorado de la Luna”
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Más toros y torer@s en la Monumental de Gus
Lo más bonito y desprolijo que te he leído.Sigue escribiendo así, oléeee!!
ResponderEliminarun abrazo
Un romance especial que se teje a pesar de las diversidades!
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso, la historia mas bonita que he leido este jueves sin duda.
ResponderEliminarBesos
Ohh que bonita te quedo la historia.
ResponderEliminarEntra con un miedo porque hablar de toros no es de mi agrado, pero asi da gusto leer y disfrutar para las personas que somos romanticas.
Primavera
Hondo, muy especial, Pasifae y Ojos negros, blanco toro divino el deseo y la muerte en la luna.
ResponderEliminarEso, eso quería leer para sentirme emocionada hasta el tuétano del mito y del amor y la muerte.
No digo más, Alfredo que sobran mis palabras y quedan las tuyas.
Besito.
Nunca es fácil lidiar con el amor. Unos ponen la sangre, otros las letras, el aplauso apagado...
ResponderEliminarLos sueños tambien mueren.
Un beso
haber nacido sin sortear un final, del que por los demas, solo nosotros, los que disponemos de un destino, hemos sido conscientes.
ResponderEliminarMorir, antess o despues, de una manera muy violenta.
Pero tambien haber matado si sse tercia.
Metaforica la exisstencia de ese toro. Y tambien la de un torero.
Tesalo
Amor romántico donde los haya, pasiones imposibles con finales de muerte, muy a lo Romeo y Julieta, a lo Corsario Negro, y que hermoso era el toro cuando lo iluminaba la luna, miles de besosssssssssss.
ResponderEliminarPreciosa historia de amor, amor y muerte, ¿preferiría el toro morir de amor? Me has tocado la fibra...soy una sentimental y me encanta tu relato.
ResponderEliminarMe reservo el placer de seguir leyéndote.
Besos mil
Había agarrado para cualquier lado, estoy lenta.
ResponderEliminarTriste pero hermosa historia; por acá son los sapos los que se enamoran de la luna:
"Sapo de la noche sapo cancionero
que vives soñando junto a tu laguna
tenor de los charcos grotesco trovero
que estás embrujado de amor por la luna ..."
Estos amores nunca resultan, una pena.
Chapeau por el texto
abrazo
"Noble y confiado, para recibir la muerte con educación. Bravo y entregado para aumentar el caché de su asesino.
ResponderEliminarBello y con trapío, para ilustrar una pintura cuyos rojos son los suyos propios."""
creo alfredo que siempre podria elegir una frase de tus relatos y decirte, oleee y oleee
mas como esta practica aun no recuerdo haberla hecho, aqui me extreno:
¡OLE Y OLE...!!!
siempre me sales por "peteneras", dulces peteneras alfredo...y este jueves es un buen ejemplo...la imaginacion al poderrr
mil saludos, alfredo.