Este jueves, Relato. ¿Hacemos deporte?
Transcurría el minuto 43 de la segunda parte, el resultado estaba equilibrado , que no así el juego, el dominio del equipo visitante era tal, que el asedio a la portería local se hacia insostenible. El esfuerzo de los defensores no garantizaba controlar el empate inicial, empate que por una parte mantenía en la categoría a unos, pero que no era suficiente para la obtención del campeonato a los otros.
La lucha indistinta por el título y por la permanencia, se decidía metro a metro en aquel terreno de escaso césped recién regado. Un metro que para unos era de una defensa a ultranza y para otros de una conquista irrenunciable.
Los cuerpos fibrosos, húmedos y tensos chocaban en buena lid disputando una posesión que les permitiera lograr un sueño largamente acariciado.
Cumplido el último minuto, el balón salió despedido de la bota del extremo izquierdo y voló por encima de defensores y delanteros, superada la línea de la portería y en su lógico descenso, éste quedó a una altura y distancia en la que sólo el otro extremo y su marcador tenían opciones para disputarlo. El forcejeo era mutuo, la espalda de uno y el pecho de otro intercambiaron flujos y ansiedades, ambos se elevaron al tiempo, en busca del cabezazo definitivo y resolver de una vez por todas.
Suspendidos en el aire y a escasos centímetros del balón giraron sus cabezas hacia él, cada uno de ellos en su búsqueda para dirigirlo hacia donde más le interesaba, el atacante hacia el interior del Marco y el defensor lejos de su área en lo que parecía ser la última oportunidad del equipo evidentemente superior.
El contacto de las dos cabezas produjo un ruido seco, contundente, un chasquido corto y duro que se detuvo en el aire durante unos segundos, el justo para que los dos jugadores perdieran la verticalidad y cayeran derrumbados en la tierra mojada, la conmoción era evidente, la ausencia de realidad para ellos y la realidad temerosa para otros, se manifestó en los siguientes segundos, ...el botiquín de emergencia, el sanitario de pega, los botellines de agua del Carmen, ¡Un médico, por favor, un médico!
En aquel campo de cuarta, había deporte... ¡pero no había médico!
Nota del relator: Para los que hayan quedado preocupados por la ambigüedad del final, les diré que el hecho es autobiográfico, es decir, que tanto el extremo como yo, estamos vivitos y coleando.
Más balones, pelotas y pelotitas en la plaza de Vezdemarbán
Bueno, el final y que estáis ambos bien y los cabezones sanos y salvos lo he captado y me alegro.
ResponderEliminarEl resto del relato es como si me hablaras de los cambios intersubstanciales y neutroaligerados de un isótopo aminorabioso y cantibubioxigenado... Es que yo de furbó, poquito.
Un abrazo, Alfredo.
Vaya, locutor emotivo, he visto la jugada al dedillo, y casi, digo casi, he sentido el chocar de cráneos en el aire. Dramático espectáculo, peligroso deporte, en cuarta peor, sin médico sin TV filmando, naaaaa.
ResponderEliminarDespués dirán que lo de los gladiadores era duro, médicos, seguro tenían, al menos para la puntilla.
Dedícate, Alfredo a las retransmisiones futboleras, se nota que vibras como uno que conozco muuuucho, muuuucho, así te sale el pase, bordado, un dribling y enfilas el área, el punto de penalty y !goool! Y un !salve!
Estoy de acuerdo con Natali, me parece que vos sos mejor relator que jugador ahjajjajja! Que golpe por favor! Estos hombres! son capaces de matarse dentro de la cancha por su equipo!
ResponderEliminarVos estabas atacando o defendiendo? Se fueron finalmente al descenso? que paso?
Contá el final dale!
;)
uffffffff qué feo cuando se dan esos accidentes!...si bien es divertido ver los llamados "bloopers deportivos" (acabo de poner algunos acompañando mi entrada) cuando la cosa pasa a mayores uno se da cuenta que siempre hay riesgo en cualquier deporte...
ResponderEliminarmuy bueno tu relato, casi me parecía escucharlo por radio o tv!
Un abrazo.
Queda por saber si fue un 1, un 2 ó una x en la quiniela de aquella semana.
ResponderEliminarLas crónicas deportivas serían mucho mejor si estuvieran escritas con ese suspense.
Seguro que todavía te sigues rascando el chichón.
Un relato logrado con intensidad deportiva. Menos mal que pudiste contarlo...jajaj. Esos partidos de inferiores sí que son de alto riesgo!!!
ResponderEliminarBesotes.
Suele ocurrir, no tanto lo del cabezazo como lo de falta de médico. Sobretodo en terrenos de tercera territorial.
ResponderEliminarA mi en fútbol no me gusta. Ha de ser un partido de mucha relevancia para que me pase hora y media viendo a veinte tíos corriendo tras un balón. Me gusta más el atletismo, la bicicleta o la gimnasia. Desde el sofá, claro.
Un abrazo sin sudores.
Me tranquiliza el final,parece que este duro golpe ha conseguido un estupendo relato por tu parte.
ResponderEliminarBesos..y que te mejores!
Has logrado trasmitir con tu relato, la tensión y la grandeza de un deporte que es mayoritario en todo el mundo y no sólo por espectadores sino también por número de practicantes, aunque he de confesar que nunca le he dado una patada a un balón.
ResponderEliminarCelebro que el golpe recibido no te haya impedido contárnoslo.
Un abrazo.
!Ay Alfredo, qué alivio saber que sólo fué un golpazo pero que salísteis vivitos!
ResponderEliminarMagnífica tu "retransmisión", casi lo veía y me cortaba la respiración.
ses, alfred0? cada vez me est0y enam9rand0 ams de tiii, que j0di00¡¡¡
ResponderEliminar¡¡¡per0 si has puest0 es0 de en a paza de vezdemarbannnn!!!
gracias...
en cuant0 al relat0...leches, pensaba decir, asi asi gana mi madrid...per0 el final...me gustan las hist0rias breves c0n este tip0 de final imprevist0...
p0r ciert0, sup0ng0 que habras leid0 a y0nky...cierta parte de tu relat0 y suy0, s0n una exlamaci0n al fisic00¡¡¡
me gusta...
salud0s, alfred0.
Pues yo me he mantenido hasta el final de tu relato, muy pendiente de su rasultado deportivo.
ResponderEliminarMe he dicho si alguno de estos dos, lo consiguió.
Salir a la calle, tiene sus riesgos. El azar en mi vida ha jugado siempre a mi favor.
No obstante, algunas veces...
Tésalo
Ni Matias Prat hubiera conseguido mantenerme en vilo como lo has hecho tu...pero no se puede tener todo, ya ves, faltó el que curaba los chichones.
ResponderEliminarUn beso
o stá muy bien, me refiero a que no os pasar nada, ya imagino que qué iba a hacer un me´dico en un campo de cuarta, alli ni agua.
ResponderEliminarMe ha gustado eso de los cueprpos fibrosos, humedos... jajaja la que escribe eso es Berta, que anda un poco obsesionada y yo casi esquizofrenica.
Besitos y perdón por la tradanza, se me estropeó el PC
Ais, menos mal que contigo si que me leo la letra pequeña, ufffff, he apretado los dientes mientras visualizaba el viaje de las dos cabezas para chocar y se me he escapado un ais!, con el curjido, magnífico, eres un as de las descripciones, miles de besosssssssss.
ResponderEliminaray, Alfredo hata estupendo relato¡¡¡
ResponderEliminarpero, estoy aburrrrrrrrrriiiiiiiiiiida de tanto futbol