...Sabados Literarios. "El paraguas que quería ser flor"
...Se abría demasiado pronto y eso le obsesionaba, acostumbrado a esa inmediatez que en su día le pareció tan eficaz, hoy unas lluvias después, mas bien le molestaba, quería disfrutar de ese movimiento tan instantáneo hasta entonces y convertirlo en un viaje lento y parsimonioso, casi imperceptible, mas que abrirse de golpe, lo que quería era crecer despacio.
Recordaba que una vez vio un reloj en un campanario y comprobó el paso del tiempo sin que el tiempo exteriorizase sus movimientos, de pronto era las Doce y mas tarde la Una y luego las Dos y por mas que fijase la vista de sus acharolados ojos en las negras y puntiagudas saetas era incapaz de detectar el mas mínimo movimiento.
Así querría ser él, un paraguas que pasará de estar cerrado a abierto sutilmente, pasearse por todos y cada uno de los diámetros que dibujase su circunferencia de una forma tan pausada que sólo la ausencia total de lluvia evidenciase su absoluta apertura.
Comentando estos pormenores con su amiga la Sombrilla, reparó en la alegre ornamentación de la que ésta hacia gala, cubierta con un estampado repleto de rosas, tulipanes, calas, orquídeas, como si de una cretona inglesa se tratarse e hipnotizado por tanta belleza, decidió que a partir de ese momento, sería Flor y hacerse adulta en silencio, lentamente, una Flor que naciera de un bastón de madera noble y barnizado, creciese escondida detrás de los rayos de acero hasta llenarlo todo con su color y perfume, protegiéndo a un cuerpo querido, de una lluvia que ya empezaba a arreciar.
Recordaba que una vez vio un reloj en un campanario y comprobó el paso del tiempo sin que el tiempo exteriorizase sus movimientos, de pronto era las Doce y mas tarde la Una y luego las Dos y por mas que fijase la vista de sus acharolados ojos en las negras y puntiagudas saetas era incapaz de detectar el mas mínimo movimiento.
Así querría ser él, un paraguas que pasará de estar cerrado a abierto sutilmente, pasearse por todos y cada uno de los diámetros que dibujase su circunferencia de una forma tan pausada que sólo la ausencia total de lluvia evidenciase su absoluta apertura.
Comentando estos pormenores con su amiga la Sombrilla, reparó en la alegre ornamentación de la que ésta hacia gala, cubierta con un estampado repleto de rosas, tulipanes, calas, orquídeas, como si de una cretona inglesa se tratarse e hipnotizado por tanta belleza, decidió que a partir de ese momento, sería Flor y hacerse adulta en silencio, lentamente, una Flor que naciera de un bastón de madera noble y barnizado, creciese escondida detrás de los rayos de acero hasta llenarlo todo con su color y perfume, protegiéndo a un cuerpo querido, de una lluvia que ya empezaba a arreciar.
Alfredo!!!! Que derroche de imaginación!!!!
ResponderEliminarEs una historia preciosa, tierna y llena de matices.
Estás puestísimo en telas.
Enhorabuena.
Un beso
Hola Alfredo.
ResponderEliminarAntes de nada quiero pedirte perdón por el atropello. Agradezco tu participación a pesar de todo. Has aportado un cuento hermoso, haciendo un derroche de poesía e imaginación.
Por cierto, es perfectamente válido para las dos propuestas, porque has usado la palabra, ojos ;)
Gracias otra vez. Ha sido un placer.
Alfredo que hermosa forma de ver un elemento tan simple como un paraguas. Me gustó, sobre todo el último párrafo me pareció tan lleno de poesía e imaginación.
ResponderEliminarun abrazo
Alfredo, ¡precioso!. Yo sabía que ese paraguas tuyo, algún día sería una flor "protegiendo a un cuerpo... bajo esa lluvia que ya empezaba a arreciar.
ResponderEliminarUn abrazo de seda con perfume.
Alfredo, si todo lo elaborado por el hombre, como un paraguas, un jarro, una lámpara, pudiera hablar, le diéramos la conciencia que seguramente poseen, podríamos intercambiar sentimientos y pareceres... De hecho, las flores, los pájaros, el mundo nos habla, ¿por qué no dar alma a todas las cosas...?
ResponderEliminarUna historia preciosa y un relato muy bien construido. Me ha gustado mucho.Felicidades. Un saludo
ResponderEliminarhola!! muy tierno el relato ,ha sido precioso
ResponderEliminarenhorabuena porque está muy bien
saludos desde el bus
amigo: sabe qué admiro su forma de escribir, su delicadeza hasta para tomar un paraguas casi como si fuera una flor...
ResponderEliminaren fin, lo conozco, por eso es mi amigo y no caben más elogios que ya no sepa Ud.
muchos cariños y buen fin de semana.
La verdad es que somos un poco bruscos abriendo los pobres paraguas, siempre nos pilla la lluvia de imprevisto y lo tenemos que abrir deprisa y corriendo .
ResponderEliminarUn saludo
ALFRED0, PRIMER C0MENTARI0.-
ResponderEliminarEL PARAGUAS...ESE DISCURRIR ETUS PALABRAS ME HA DEJAD0 ENCANTAD0...QUIZA YA DEBERIA DE CALLARME...ME CALL0...
ALFED0, SEGUND0 C0MENTARI0.-
(ARADECERIA UNA RESPUESTA P0R FAV0R) TE SUENA ELEFTERIA, ALQUISTIS, ART0 TUNCB0YACITAN,L0REEE NACKENIT, ETEC, ETEC????...PER0 YA DESVEL0 EL P0RQUE DE ESTA PREGUNTA. SIMPLEMENTE P0R HABER LEID0 ES0 DE busca la belleza, es la unica pr0testa que merece la pena en este asquer0s0 mund0...per0 el trecet se fue ya ,, maldita seaaaaa¡¡¡
p.d.
es la misma frase que teng0 en un bl0g de space live....mi f0t0 de bl0gger es de elefteria...
salud0s, alfred0.
un para aguas, un para vidas... de apertura lenta,
ResponderEliminargracias por reflexionar en voz alta Alfredo.
un abrazo, grande
Un buen sueño, muy bueno; sobre todo ayudado de esa experiencia que nos dice que si al principio las ansias son las de llegar, con el paso del tiempo se aprende a disfrutar del camino. Excelente.
ResponderEliminarSaludos
Precioso Alfredo, genial el juego con los 2 "tiempos", el de fuera, el atmosférico que parece que a veces nos domina, y el de dentro, el de los segundos vividos o que dejamos morir sin querer. ¡Que nuestros paraguas y sombrillas se abran sólo cuando les dé la gana, sí señor! Y si pueden, que se pongan guapos y se vuelvan flores.
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