Este jueves, relato: Vamos de entierro.
Macareno es el tonto del pueblo. Todos
le ríen las gracias y se divierten con sus chirigotas estrafalarias. Inocente e
inofensivo es objeto de burlas humillantes que él, impasible, carga a sus
espaldas con paciencia y fría estoicidad.
La noche del 31 de octubre, el ritual de
su transformación empieza con un baño de sangre de pollos del corral. Una vez
al año cambia su desternillante y ridícula personalidad por otra en la que despiertan
sus más perversas y crueles inclinaciones. Embadurna su cara de rojo que, al
paso de las horas, resecan su piel cuarteando la tersa superficie. Su rostro
maquillado en exceso acentúa unas facciones que se confunden con las máscaras del
resto de los vecinos celebrantes dejándolo en un total y asumido anonimato. Todo luce
bien en esa macabra y escalofriante fiesta. La oscuridad de esa noche confunde
su interior enfermizo y vengativo con los eventuales disfraces de los demás y… ¡todos
parecen lo mismo!
El alma podrida de Macareno suda
encharcando su corazón de babas oscuras que le nublan la razón. Dan las doce y
el Truco o trato
le acerca con fascinación y lascivia a su recóndita presa... la fiesta
ha comenzado.
A la mañana siguiente, una joven aparece
descuartizada en algún campo perdido en los lindes de aquel, por unas horas, confiado
paraíso. Sus restos envueltos en una sábana de raso blanco quedan para siempre
en el interior de aquella caja de madera que, palmario y compungido, porta al
hombro, Macareno, el tonto del pueblo.
Sin duda Macareno se desdobla para un día al año cumplir la venganza de aquellos que durante el resto del año se burlan de él ..Macabro asunto ..
ResponderEliminarUn buen relato .
Abrazos!!
Un ser oscuro disfrazado de inofensivo. Como un imitador del Joker.
ResponderEliminarBien contada la historia. Cumple con la consigna-
Saludos.
Terrorífica escena.. nada que envidiar a los maestros del terror. Muy buena historia ...diría, perfecta para estas noches. .
ResponderEliminarEXCELENTE RELATO, ESCALOFRIANTE,me recuerda algun cuento de el argentino Horacio Quiroga Un abrazo
ResponderEliminarUf, qué miedo (y qué bien logrado) el relato. Quizás si los pueblerinos no se burlasen de él, él nunca habría sacado esa personalidad una vez al año.
ResponderEliminarBesos jueveros y feliz halloween, Alfredo
Ostras con el Macareno del pueblo... si es que tanto ver muertos debe de ser un horror.
ResponderEliminarBss ;)
¿Era realmente tonto Macareno o era solo una fachada que escondía una personalidad de psicópata y aprovechaba la noche del 31 para actuar y mostrar el monstruo que era en realidad? Y luego tener la sangre fría de llevar el féretro como si tal cosa...
ResponderEliminarEs un relato perfecto que pone la carne de gallina.
Muchas gracias por participar, Alfredo. Es un placer volver a leerte.
Un beso
¿Quién sospecharía del tonto del pueblo? Muy retorcida la personalidad de Macareno.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato porque los detalles que das en la transformación de Macareno ponen el vello de punta...
Bss.
No hay nada tan terrorífico como la grotesca inocencia de un ser desvalido convertida en terror,.Gracias por deleitarnos, un abrazo.
ResponderEliminarLos más crueles son los que simulan ser los más tontos. Pero siempre terminan siendo descubiertos... al.menos en las películas jeje. Un abrazo
ResponderEliminarSe te hechaba de menos en los jueves y has hecho una entrada triunfal. Es buenisimo, besos.
ResponderEliminarJopé con el tonto del pueblo, resultó muy listo el tipo
ResponderEliminarUn abrazo