A propósito de mí.
Queridos amigos, durante
casi cinco años, mi Plaza ha sido un escaparate donde hemos intercambiado
aventuras, retos, relatos, serias ironías y alguna que otra frivolidad. He
contado cosas de mí, de mi nieto Alejandro, de mis hijas Carolina la Florista, y
de Vanessa la Diseñadora de Interiores. Habéis viajado conmigo, visitado
ciudades, conocido artistas y actores, dormido en hoteles y comido en
restaurantes de todo tipo. He ido mostrando mi personalidad sin trampa ni
cartón, con todos mis defectos y alguna que otra virtud.
Como pocos, me he
desnudado y expuesto delante de la pantalla sentado al raso en algún banco de
mi Plaza.
Siempre he sido alfredo
(con minúscula) y aunque he acabado siendo Alfredo Cot, nada ha cambiado.
Sin embargo nunca os he
hablado de Regina, mi esposa.
A Regina no le gustan los
blogs, especialmente el mío. Dice, que me quita mucho tiempo de estar con ella
y tiene razón.
La elección es bien
sencilla, con ella quiero envejecer y la “Plaza...” es sólo una corta estancia
en una clínica de rehabilitación.
Regina es mi compañera y
la amo con adicción, y si soy como soy, es porque me he ido haciendo así, poco
a poco a su lado, a su sombra, con su inspiración.
Yo soy un corredor de
fondo, pero la alocada dinámica de la carrera, no puede hacer que me olvide del
verdadero objetivo de participar, que es llegar a la meta, habiendo disfrutado y
compartido el viaje.
Por lo tanto, esta
carrera se detiene. Una parada para tomar fuerzas y encontrar el Norte... “La
Polar, es lo que importa”
La Plaza del Diamante, no
se cierra, simplemente hibernará a la espera de una nueva Primavera.
Mi vanidad se queda aquí,
y conmigo se viene el Amor para seguir lo que comencé hace años al lado de
ella, de Regina.