Este jueves, relato: Un personaje, un lugar, un conflicto.
Hospital Nuestra Señora Redentora
Carta a la Directora.
Muy Sra. Nuestra:
Sirva la presente para comunicarle que no nos espere
esta noche, Mariana y yo nos hemos fugado.
Hemos saltado la tapia, justo en la esquina donde
coinciden los muros de mampostería y el seto de hiedras.
Nuestro amor, era
difícil mantenerlo en ese rancio hospital que usted gobierna con obsceno rigor y mente
casposa. Su vigilancia desmedida y censura inexplicable nos lleva a tomar tal
decisión que, aunque comprometida, es el estímulo que necesitamos.
De esas
cuatro paredes solo recordaremos, Mariana y yo, el mágico momento de nuestro encuentro y
nuestras primeras citas. Olvidaremos la obsesión arbitraria por parte de sus otras y mercenarias novicias a mantenernos separadas, el extravío intencionado de nuestras cartas
y los falsos testimonios que nos atribuían por separado con el único fin de
enfrentarnos. Una nueva vida nos espera lejos de envidias, rencores y podridas
lecciones apostólicas, que dicho sea de paso no practican para sí mismas.
El
Amor está de nuestro lado y con él la pasión, la tolerancia y el futuro, algo
que desconocen los que desgobiernan ese rancio establecimiento.
Sra. Directora… ¡Que le den!
Atte. Felipa
P.D. ¡Ah, los hábitos los hemos dejado debajo del
colchón, junto a las chinches!
Que bueno y sobre todo esa nota de humor que le has puesto ..la verdad que has hecho un texto la mar de entretenido .
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche.
jajajajajajajaja
ResponderEliminarUn saludo, Alfredo, y feliz día
Me gustaría ver la cara de la Sra. Directora al leer la carta :D
ResponderEliminarBss.
jeje qué notable! hasta ahora los cuatro primeros relatos incluyen la misma selección de elementos, aunque todos le han dado su propio cariz, lógicamente. La pizca de descarado humor que le has puesto al tuyo le agregado particular contundencia jeje. Un abrazo Alfredo y gracias por participar
ResponderEliminarHemos coincidido casi todos en lo del convento, aunque aquí las monjas han salido anárquicas y reveldes. Mejor fuera que detro obligadas.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bueno Alfredo!, que buen relato!! suena jocoso y aun asi el texto deja ver que las protagonistas la pasaron realmente mal. Celebro el coraje que se impone en esas condiciones. Dulce revancha! se paladea desde acá
ResponderEliminarBeso amigo y buen finde!!
Que interesante. Una de mis ideas había sido una novicia que se escapa de un convento, para convertirse en bailarina, triunfando en un teatro.
ResponderEliminarMe gustó esa historia de amor entre las fugitivas. Con denuncia de hipocresía, ¿cuales serán los secretos que ocultan?
Magnífica despedida y posdata. Triunfó el amor.
Saludos.
La cara de la directora sería de órdago. Como para verla, la verdad, la pasión y las normas se llevan mal siempre
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día
UN saludo Alfredo! Me pasé a leerte. Que gane siempre la vida!
ResponderEliminarMar
Genial! A vivir el amor y la pasión. Saltar el muro! Me gustó la elección del narrador y la carta como recurso narrativo. Un abrazo, Alfredo!
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