Este jueves, relato: A ti, mujer.
En casa:
Tragó saliva y
decidió que esa sería la última.
Él le había
gritado una vez más, salpicándole el alma con una desbocada ira: «¡Que te calles!.
Todas sois iguales…, unas putas. No entendéis más que de palos, vuestro sitio
es la cocina».
Paloma era
actriz de reparto. Hoy tenía rodaje, sólo una toma con mucha carga dramática. Cogió algunas cosas y salió de aquella casa para no volver nunca más.
En el estudio de
grabación:
Entró en
situación e intentó recomponer el personaje: «¡Silencio, se rueda!» La cámara, se
deslizó lentamente captando la tristeza de su rostro en un largo travelling
que terminó en un desenfocado horizonte de cartón-piedra. «¡Corten! esto es
todo por hoy».
En la calle:
Una vez fuera
se dirigió hacia ningún sitio. La inercia de la conducción la llevó hacia una
autovía en dirección al cielo. Sonó su móvil. «Mama por favor…, ahora no es el
momento, no estoy de humor y voy conduciendo»
En el hospital:
Recuperó el
conocimiento en una cama de barrotes. Los goteros de
suero y de plasma directos a la muñeca le situaron en el instante de su
accidente, ¿qué le había pasado? Oyó voces a su alrededor y se durmió de nuevo.
La enfermera llamó la atención de las visitas que discutían pormenores en el
pasillo: «¡Silencio! Paloma necesita descansar».
En sueños:
Paloma, se veía representando diferentes personajes… ¿Cuál de todos
era ella? Pensó que podía elegir y los repasó dándoles un instante de vida. Eligió
ser ella misma. A partir de ahora las cosas iban a cambiar y, en sueños, miró a
los ojos del futuro que le dijo: «Calla, no digas nada, deja que hable
el corazón».
Una bonita historia donde nos cuentas en pocas palabras cómo cambia la vida en un minuto ..las palabras fuera de lugar en su hogar hizo esa vez mella y todo lo demás la llevó a esa situación ..ahora ya sabe lo que tiene que hacer ser ella misma y guiarse por su corazón.
ResponderEliminarNadie nunca más nadie más la alzara la voz.
Un saludo.
¡Qué bien has reflejado la soledad que viven en esos momentos!viva y real como tu texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta tu final positivo.
ResponderEliminarAbrazo de hombre.
Lo mejor el papel de una misma siempre desde el corazón.
ResponderEliminarBesos.
El camino para ser una misma suele ser duro e intrincado pero se consigue. Muy bueno tu relato, gracias por acudir a mi convocatoria, besos.
ResponderEliminarHay una vida para cada uno, con condiciones inopinadas y sorprendentes, como las que narras.
ResponderEliminarAsí hay una dignidad de mujer que busca brotar.
Abrazo
Es lamentable que solamente llegando a un estado crucial,muchas mujeres deciden cambiar...pero la verdad es que esasfuerzas para hacerlo sobrevienen en situaciones extremas...besoss
ResponderEliminarMe gustó que al final brillara la esperanza, a pesar de que a lo largo de todo el día los acontecimientos la hicieron caer en la más absoluta desesperación.
ResponderEliminarOjalá su elección la ayude a ser libre. Un abrazo
ResponderEliminarY el corazón habló y dijo todo lo que durante tanto tiempo llevaba guardado. Muchas situaciones dificiles para una sola vida.
ResponderEliminarBesos Alfredo
Bonito guión de una película tan real... en la que hay una parte que me encanta. "el momento y al forma de la toma de decisión para ser ella misma" ¡qué bonito!
ResponderEliminarQué bien se mueve la pluma en tus manos amigo.
Un abrazo
Muy bonito relato, con todas las vivencias de un día, y ese final tan positivo.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bueno... a veces vivimos tantas historias que olvidamos que hay que elegir la única que nos pueda hacer felices porque es la única que vamos a vivir en realidad.
ResponderEliminarBss
Pienso que debe ser muy doloroso y difícil tomar la decisión de romper con todo. Pero a la vez creo que esa decisión es a la vez liberadora.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
No es nada fácil salir de donde el barro te atrapa los pies en todos los campos, pero, ¿quién le pone puertas al campo? A pesar de las barreras, nadie, nada... De una forma y otra se sale. Todo esperamos que sea de la mejor forma y se pueda cambiar de botas y de camino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay momentos en la vida de una mujer que se echaria todo por la borda. Afortunadamente casi siempre se impone el sentiido común y la cordura. Muy buena entrada amigo Alfredo.
ResponderEliminarUn fuerte apretón de manos