Este jueves, relato: Paraísos
La Tierra
gira y gira y, en ese girar, se mezclan materias con pasiones. Efluvios con
deseos. Aparecen entonces nirvanas nuevos. Ciudades utópicas que nos enamoran
eternamente.
Mi paraíso, después de la unificación, tiene forma sinuosa y senderos misteriosos que
explorar.
Su entrada
es un corazón carnoso y rojo que, a flor de piel, hipnotiza. Una puerta
intangible que invita al acercamiento, parte del eden que es el salvoconducto
para todo lo demás.
La primera
avenida de este olimpo terrenal empieza con dos cúpulas morenas de color ébano
y textura deslumbrante. Su envoltorio, aleatoriamente cubierto de piel del color
de la paja tostada, me envuelve y confunde.
Dos fuentes de sonrosado caño e inagotable
morbidez dan paso a la gran plaza de la vida, intensa, húmeda por el rocío de
la pasión, arteria vital de pócimas y demás encantamientos.
El
Boulevard del amor nace entre un jardín de rosas ensortijadas; parada
obligatoria para el disfrute y la extenuación.
Al final con el color de la
carne y el olor a tierra mojada, se estiran dos avenidas de suaves curvas y cremoso
tacto.
Siempre, siempre…,
vuelvo y recupero el mismo paisaje: Las dos avenidas. El Boulevard. La Plaza. Las
fuentes. Las Cúpulas… todo lo que me devuelve al cielo.
Este es mi
paraíso, este es tu cuerpo.
Un paraíso muy terrenal, de carne y hueso (más carne que huesos, parece ;) ) que lleva directo al cielo. No está nada mal. (pasá dirección.) Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEsos son los paraísos que mueven el mundo Alfredo. Paraísos de amor y de deseo. Así ha sido siempre y así seguirá siendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Alfrdo: rus palzas calles y promontorios, són tu deseo particular Espero que este paraiso no te sea esquivo, y puedas recorrer con calma todos sus senderos
ResponderEliminarUN fuerte abrazo.
muy poético y conciso... hace ver al mío como un chisme de barrio! jaja...
ResponderEliminarbuen relato, saludos...
Precioso, dulce, tierno...que mejor paraiso que el tuyo, besos.
ResponderEliminarWuauu qué paraíso más original el que nos presentas entre el deseo y la carne.
ResponderEliminarBesos.
Erótico texto en el que ese paraiso toma relevancia, forma y carne apasionada.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo
Un relato juevero muy sugerente, Alfredo ;) Una plaza, un cuerpo... al fin y al cabo, el tema que nos concernía en esta convocatoria: el paraíso.
ResponderEliminar¡Un beso!
¡Hola! Qué relato más sensual y poético nos has compartido. Me encantó.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Has descrito el paraiso y el lugar. muy bueno.
ResponderEliminarAbrazo de lugar.
Es tan atractivo el paraíso que has descrito, que no perderás de visitarlo seguido. Muy bueno.
ResponderEliminarAbrazo de visitante.
Sensual geografía de tu paraíso, no puede ser más atrayente.
ResponderEliminarUn beso.
Y tal vez, solo quepa decir amén... y seguir disfrutando.
ResponderEliminarUn beso enorme.