Este jueves, relato: Juegos de niños
Jugando en el patio.
«El
Patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja como los demás…»
En
eso estaban Elena, Eva y Ana, con sus trenzas al aire, sus manos unidas, sus
vestidos volando y sus diminutos cuerpos girando en círculo, cuando Alex
irrumpió en el patio dando pelotazos a diestro y siniestro.
Los pollos y las
gallinas volaron huyendo en busca de un lugar seguro.
Los conejos, atónitos,
desconfiados y molestos se refugiaron en la conejera.
La gata Nieve se escondió detrás de un pozal.
Tan sólo Chocolat quedó quieta, frente a frente con el perturbador (aprendiz de Messi) que
perseguía atolondrado la pelota de cuero. Desafiante y segura, no iba a consentir
ninguna revolución en su patio.
Alex
tomó posesión del espacio, midió con la mirada e imaginó la portería entre la
maceta de geranios y el botijo que, al fresco, colgaba de un alambre. Dio un
paso atrás y chutó con todas sus fuerzas, la pelota se coló por el lateral del
botijo, rozando el pitorro que acabó rompiéndose.
Chocolat, la cabra blanca con nubes
marrones y cuernos incipientes, se percató de lo grave de la situación y de su
responsabilidad de mantener el orden en aquel patio florido. Sin pensárselo dos
veces, saltó sobre sus patas traseras e impactó con sus cuernos de leche en el
trasero de Alex, al que derribó tumbándolo de plano sobre el colorido y
espinoso rosal.
Con
enormes saltos de alegría, Elena, Eva y Ana gritaron: ¡GOOOOOOOOOOL!
Pareció que Chocolat esbozaba una sonrisa o esa era su cara.
jajajaja !!!
ResponderEliminarvaya que me has sacado una sonrisa con este relato, creo que mucho más inteligente resulto la cabra chocolat, que aquel engreido y ahora pobre y adolorido muchacho
Mejores jeugos que estos, no existen, ni aún ahora con todos los adelantos electronicos.
ResponderEliminarMuy bien hallada tu historia. Me ha encantado. Una fuerte encajada de manos.
¡Hola! Divertido y tierno relato ¡qué actitud de Chocolat! Me encantó <3
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Un cuento muy bien contado,descriptivo,ágil y muy tierno,para contar a los pequeños de la casa.
ResponderEliminarBesos
Bueno con Chocolat que brava ella , ajjajajaj , me aparecido muy divertida y tú historia la verdad que juegos los de antaño , que diferentes a los de hoy y personalmente creo que mucho más divertidos .
ResponderEliminarUn brazo, te deseo un buen día.
jeje una historia de pícara infancia feliz! muy linda!
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bien elavorado el cuento. Me encanto por su frescura. Un abrazo
ResponderEliminarGENIAL. BRAVO POR LA CABRA!
ResponderEliminarMuy bien por Chocolat. Estos niños futboleros se creen que son los reyes del mambo.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Bien!, siempre lista la cabrita para poner el orden, me ha encantado tu relato, Alfredo
ResponderEliminarBesos
Y es que los niños pierden el mundo de vista cuando tienen una pelota delante. En este caso muy bien por Chocolat. Un relato precioso y evocador. Besos.
ResponderEliminarMe gustó la resolución del relato. Me causó gracia.
ResponderEliminarSaludos.
Me ha encantado el relato, la anécdota y una pequeña cabra guardando el orden del patio y, a la postre, de los juegos...me ha encantado el regusto a agua fresca del botijo, a jugar en el patio cuando "la fresca" lo permitía...
ResponderEliminarUn abrazo.