Este jueves, relato. Los secretos de uno...
Los secretos no existen,
Obvio, cuando lo son, nadie los conoce y cuando se conocen, no lo son.
Pero si hay una
posibilidad de que existan, esta, aparece flotando en el océano de las dudas, sin
rumbo, y como en otros órdenes de la vida disfrazando la existencia de los
mismos.
Así pues, los secretos pasan
de no existir a existir casi, poco, a medias, mucho o del todo.
En este caso, el secretario (o
portador de secretos) tiene la llave de la complacencia y la ventaja del
jugador tramposo. Su capacidad de confesión
está en función de la calidad y espesura del secreto.
Su gran tentación es dar a
conocer lo que sabe. Su gran placer, mantener el secreto en secreto.
Información, sueños,
documentación, pecados, fotos, correspondencia… comportamientos veleidosos
capaces de ser escondidos, manipulando una realidad y dibujando otra aparente
de forma casi, poco, a medias, mucho o del todo real.
Y dicho esto, paso a
desvelaros mi secreto: Aunque lo parezca por lo retórico y plomizo de este texto, no soy Alfredo… soy el “negro” que en la sombra, le escribe los
relatos.
"Su gran tentación es dar a conocer lo que sabe. Su gran placer, mantener el secreto en secreto."
ResponderEliminarMe quedo con esto... Y dígale al "negro" que siga así.
Salu2
Me ha gustado, últimamente tengo el concepto de secreto algo deslabazado y me ha gustado como lo has organizado. Bss.
ResponderEliminarDesde luego ha de ser un poder absoluto y siniestro poseer tantos secretos, culpas???, dudas, incertidumbres. El oidor de secretos no es envidiable, salvo que con ellos construya mundos extraños, cosa suya. "Negros" escribientes se esconden en letras caracolas.
ResponderEliminarGenial, para no variar, besitooo nada secreto.
Jajajajaja, no esperaba menos.
ResponderEliminarAl menos tu negro no te abanica, que ahora vendría muy bien, pero, puestos a elegir, pienso que tratas muy bien a tu 'negro' porque no te abandona, y eso habla muy bien de ti. ¿Cuánto le pagas?
ResponderEliminarUn beso
Pues por partes: en primer lugar felicitas al negro por la fluidez del texto. Y en segundo lugar y siguiendo tu idea, debe haber secretarios (de ciertos personajes) cuya cabeza se asimile a un circo de tres pistas.
ResponderEliminarUn saludo
Tienes un magnifico negro, ya se desde ahora a quien le dedico mi respeto.
ResponderEliminarAl oscurito, claro.
Abrazo Alfredo y besos al maestro.
Y lo haces muy bien.
ResponderEliminarCreo que los secretos son secretos solo cuando no los conoce nadie, solo quien esta interesado en que se guarden, si se cuentan solo son informaciones más o menos compartidas. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto todo cuanto dices... perdón, cuanto dice... es que ahora que tu secreto ha sido develado, no sé bien a quien de los dos hablarle! Convengamos que no se vale llevarse los créditos todo el tiempo, así que un aplauso al negro que tan bien escribe y por si fuera poco, tiene el don de dejar semillas de risas para que broten en mi boca! jaja! Más que bueno, genial!
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Jajajajaja! Me ha encantado el final...no sabía dónde querías llegar!
ResponderEliminarUn beso
Vaya, Alfredo, me parece que tu "negro" te acaba de traicinar. No pensaba yo que eras así de tramposillo... Jajajaja. Un beso.
ResponderEliminarNo tan obvio, Alfredo. Un secreto requiere ser desconocido por todo el mundo,.... salvo del conocedor de su existencia, a veces también por el implicado en él si es que hay alguno. Es desconocido, y por tanto secreto, para los demás. La existencia del "negro", por ejemplo, secreto bien guardado donde los haya, ha sido desvelado por uno de los dos implicados, en este caso, tú, aunque te contaré un secreto para que deje de serlo. ¡No te creo!. Tú y tu negro, sois la misma persona.
ResponderEliminarUn abrazo.
"gran placer, mantener el secreto en secreto" Porque me gusta como escribe el negro.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo sabía, me lo imaginaba, no podía ser que Alfredo...no, pero que juguetón eres quieres tomarnos el pelo, venga Alfredo regalanos otro maravilloso texto tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo, negrito.
Que buena la descripción del secretario, o diría yo, tesorero de secretos.
ResponderEliminarAbrazos amigo. Y un abrazo de mi parte a Alfredo.
Genial!!! Qué buen texto!!! Esa descripción de los secretos y quién los administra es genial!!!
ResponderEliminarUn gusto en conocer al Negro, excelente escritor.
Un abrazo.
Muy buena descripcion y creo que verdadera de los secretos que de alguna u otra manera todos guardamos de otros o tenemos de nosostros mismos que no nos atrevemos en decir a nadie jajaja....
ResponderEliminara ti, señor blanco del negro, te sienatn de puta amdre las reuniones...
ResponderEliminarpor otra parte, señor blanco, mientras te leía, me decía para mí mismo: el poder de lo conocido por uno y no por los demás...también pensaba en el castigo que es poseer un secreto, qué asco de portaduría...ah, me encantaría SER SECRETARIO...
por otra parte, el negro de los cojones no sabe que para escribir como alfredo ahce falta una capacidad de ironía que ese negro de los cojones no poseee.
he dicho.
medio beso, guapètón.
Por lo bien que te salen los relatos, yo creí que tenías una sudaca escribiendote noche y día...
ResponderEliminarSi sabes de alguien que necesite una "negrita" y que no tenga muchas pretensiones, me avisas, si?
Besos para vos y para el escribidor.
Así que ese era tu secreto!...tenías un asistente que escribe tus relatos! jajaja...buena salida esa de dejar flotando un secreto develado!
ResponderEliminarEn cuanto a secretos y confesiones, cabe considerar la dependencia del que se confiesa en relación al que asume la responsabilidad de aceptar ser confidente. Confiar en la sincera actitud del otro implica una rectitud que no siempre vemos retribuida, lamentablemente.
Un abrazo.
Vaya... un negro escriba sentado era tu secreto... ya decía yo que tus relatos tenían cierto aire de color!
ResponderEliminarUn beso!!