Este jueves, relato. "Borrachos"
Remasterizado, corregido y programado, publico este divertimento, mientras me congelo en tierras del transilvano Drácula.
Impenitentes borrachos
Hacía una noche de perros, llovía a cántaros y los parroquianos se refugiaban entre aquellas gruesas paredes que protegían el interior de la Venta conocida como de El Toboso. Las jarras del mosto manchego corrían de mesa en mesa, en especial en aquella del fondo, donde inestables siluetas, competían ironizando sobre los pormenores de sus recuerdos. Ebrios de vino y pasión, agudizaban sus ingenios para descabalgar al otro, provocando cómplices risotadas entre la cada vez más divertida concurrencia.
Miguel, con su enésima jarra en la mano arrastraba las palabras, gruesas y sentenciadas por los efectos del rojo caldo; que en ese momento, avanzada la madrugada, evidenciaban su ebriedad.
Guillermo, algo menos consumido, sutil y agudo respondía con la lengua trabada, inmerso en una densa borrachera, que había paralizado los escasos músculos de su cuerpo, excepto los del decir.
-Su prosa Don Miguel, fue cansina y vulgar, ¿que otra cosa se puede esperar de una historia de caballerías y algún burro, alrededor de un hidalgo venido a menos, que ausente de cordura se cree un caballero andante?-
-¿Como se atreve Don Guillermo?, si de su cursi pluma sólo emanaron tontas reflexiones sobre lo trascendente de la vida, una vida que seguramente no vivió y en la que sólo describía por exigencias del encargo.-
-¿Tontas...? llama a esas sublimes vidas, capaces de expresar en un trabajadísimo y estilizado lenguaje las más bellas e inauditas acciones... ¿que me dice de su Alonso? Extravagante, desatado en sinrazones, cómico hasta el ridículo.-
-Su merced, esta borracho y desvaría, ¿que mayor realismo que esta parodia fantástica? construida con prosa y versos, rica en géneros trágicos y cómicos, con discursos fabulados que le dieron ese carácter polifónico.-
-La única polifonía que le intuyo, mi querido seudo-literato, es la de una verborreica parodia y burla de un esperpéntico galán venido a menos, que se vio denostado por la dama de sus fantasías, obsérvese en cambio la pasión correspondida de mis jóvenes Romeo y Julieta.
-¡Ventero! Ni una jarra más a este advenedizo autor de Sainetes de tres al cuarto, que ni siquiera los propios ingleses pudieron entender, cuanta osadía, comparar el amor de mi hidalgo hacia su enamorada, con un caprichoso encoñamiento destinado al fracaso.-
El ventero, que conocía de sobras las interminables reyertas literarias de aquellos dos impenitentes borrachos, dio por acabado el encono verbal de esa madrugada y comprobado que el tiempo había escampado, invito a todos a abandonar el Mesón.
Abrazados, apoyándose jarra con jarra y tambaleándose a cada paso, Don Miguel y Don Guillermo intentaron adivinar el camino de regreso al Asilo, al tiempo que gritaban al cielo... ¡Astuuuurias, patria queriiiidaaa!...
Más tocados por la bebida en la taberna del Gus
Y lo bien que se lo pasaron los dos gentiles donceles!!! Muy buena, sí señor!
ResponderEliminarAbrazos.
Borrachera de intelectuales, donde las palabras se atropellan unas a otras en una vertiginosa carrera por ser el más ingenioso. Algunas hemos vivido. Un beso.
ResponderEliminarExcelente!...deben ser pocos los casos en que las borracheras resultan ser no sólo espectáculo para las burlas, sino para el entretenimiento del intelecto!
ResponderEliminarUn abrazo!
P.d
que disfrutes de tu paseo sin "contratiempos" (en tierras de Drácula!...vaya que´original) ejejeje
si no lo remedia andie, transilvano drácula, este seré el únco jueves que hoy leeré...pero me alegro, por que así lo disfruto como se merece...aunque sea una remasterización, a mí me da igual, total, ya sabes que mi memoria es la de un alfiler, si es que el alfiler tiene memoria...ja, sabes, alfredo, a estos dos les debíamos de haber invitado a valencia...si ya no a que nos leyesen algo, sí a que discutieran de pros y contras a cerca de las letras...jajaj...ya me los imagino apoderándose de aquellas enormes jarras de cerveza que OS PEDISTEIS, por que yo sólo las vi...jajaj..uno no bebe...hubiera sido bueno verlos, pues...jajaj, me imagino al gustavo sereno poniendo paz...la próxima reunion , alfredo, exigiré que sea una reunón de intercambios de pareceres literarios, eso sí, todos con tres o 20 copas d emás, incluido yo, quien con una, también te lo digo, me valdría...
ResponderEliminaralguien diría y tú, señor x, qué bien escribes pero qué mal puntuas, y otro diría, señor y, usted qué bien puntúa pero qué mal escribe...hala, echándonos los trastos a al acbeza, eso sí, para finalizar cantando ese ASTURIAS PATRIA QUERIDA...
¿tienes frío, alfredo?
yo no...jajaj.
medio beso.
Desde luego se lo pasaron bien aquellos dos; aunque con la que llevaban encima no como podían disertar de esa manera.
ResponderEliminarUn abrazo
Guerra de intelectos, pero en ese estado!!! Bueno menos mal que después se pudieron ir abrazados, seguramente al día siguiente se reirán mucho por lo que han pasado.
ResponderEliminarUn abrazo
Genial narración de un encuentro tantas veces imaginado ... no de esa forma, jeje.
ResponderEliminarDivertido pique de artistas con el ego deshinibido.
Abrazo fuerte.
Ja, ja, me ha encantado encontrar a don Guillermo y don Miguel hablando la misma lengua. Y es que el vino las suelta mucho y de manera desenfadada y alegre. Ojalá hubiera podido estar yo sirviendo las jarras de vino a estos dos genios. Saludos cordiales.
ResponderEliminarTal parece, Alfredo, que estabas sentado en la mesa vecina. ¿Quién dice que no ocurrió así?
ResponderEliminarUn abrazo
Esto me trae viejos recuerdos, jajaja. Aunque cambiando el escenario por Valencia y la posada por el bar de algún amigo, jejeje.
ResponderEliminarSaludos.
Joooooooooo... siempre tienes que darme el punto y final. No te encontraba en la lista de Gus porque ha puesto mal el enlace y me extrañaba que no hubieras participado y mira por donde me encuentro con esta maravilla. Simplemente perfecto.
ResponderEliminarQue disfrutes de tu viaje.
Besos
Pues bien elocuentes palabras chispeantes se soltaron los dos escribidores, beodos y trabando versos agudos !casi naaa! ni el vino peleón de la posada pudo con ellos. !Loor a ambos!
ResponderEliminarAlfredo amable, cuídate de afilados dientes por estas Transilvanias selvas.
Con lo que caía y con lo que llevaban encima, los dos diserta que diserta, ya hay que ser listos sí jjeje.Al final abrazos y canciones, así es mejor terminar.
ResponderEliminarUn abrazo Alfredo.