«Masa». Mucho de César Vallejo para comenzar el año.



Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo:
"¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver… ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver… ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando:
"¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver… ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos, con un ruego común:
"¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver… ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra le rodearon;
les vió el cadáver triste, emocionado; incorporose lentamente, abrazó al primer hombre; echose a andar...

[Foto de Ibán Ramón]

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