Este jueves, relato: Políticos
Jose
-sin tilde-, el protagonista de la primera película de J.L. Garci, "Asignatura
pendiente", le dice a Ana, su mujer:
-Esos
colegios progres están jugando a las élites y como sigan así , los niños, van a
acabar echando carreras a ver quién tiene un padre más "rojo". Al Instituto, Ana… ¡al Instituto!
Corría
el año 1982 y por primera vez, en la transición, gobernaba el PSOE. Eran
momentos propicios para el cambio -el de verdad-. Y también por primera vez la posibilidad
de exprimir y disfrutar de una incipiente democracia que apuntaba a quedarse a
vivir entre nosotros. Los políticos de izquierdas se pusieron de moda. Estaban
bien vistos, se les admiraba, se les imitaba. Se confiaba en ellos. Las barbas proliferaron
en el congreso y fuera de él. Se podía presumir de pertenecer o simpatizar con un
partido, sin rubor, sin vergüenza, sin sospechas. Estábamos huérfanos de ilusiones
y de pronto habían nacido unas cuantas. La muchedumbre, de pronto se había
hecho visible, se veía representada por políticos que, por fin, estaban instalados
en los lugares donde se cocía el futuro de todos.
Han pasado algunos años,
treinta más o menos, y uno, lo que quiere es que no le confundan con ellos, no
con todos, pero sí con la mayoría. Y cuando nos preguntan negamos como Pedro
tres veces: ¡No, este no es amigo mío, no lo conozco de nada! Y esta caricatura, desgraciadamente, es la pura verdad.
Dicen que uno
es lo que come, también lo que aprende, lo que vive, lo que da y recibe, pero
en el fondo, uno, es un diminuto soldadito de plomo a merced de vientos
insalubres que corroen el metal, porque de aquellas ilusiones queda muy poco, y
con nuestro pan nos lo comemos.
¿Será
un mal sueño?
Hola Alfredo: por desgracia no es un mal sueño, que ya me gustaría a mi. ES una triste y deleznable realidad que hemos sido engañados y utilizados por los políticos de turno. Una decepción que nos cuesta mucho superar,y que al final la va a pagar al misma clase política. Porqué no podrán gozar en paz de todo lo que nos vayan robando. Ayer por ejemplo,el presidente ya recibió una primera bofetada en publico. Y es que la cosa está cambiando. Saludos.
ResponderEliminarNo me había enterado del tema de hoy, veré si puedo hacer algo para mañana.
ResponderEliminarUn beso.
En los tiempos que relatas supongo que también habría quienes se quejaban de esos políticos "rojos" y que añoraban otros tiempos.
ResponderEliminarSaludos.
Pues si, la verdad es que han cambiado mucho las cosas desde entonces. Esos políticos que entonces nos parecían una maravilla, hemos visto que algunos por no decir bastantes se dejaron tentar por mucha gente indeseable, lovies, empresarios sobornadores, y así a algunos de ellos les han pasado factura sus hechos y excesos. Bueno, que le vamos a hacer, confiemos que la cosa cambie un poco, hay que confiar.
ResponderEliminarUn abrazo
Afortunadamente seguimos estando los que entonces y ahora, mantenemos los mismos ideales y los mismos deseos de libertad, democracia e igualdad.
ResponderEliminarLa mayoría no nos representan, pero, a pesar de todo, somos.
Un abrazo.
No. Es la realidad. Al desprestigio de la política se llega casi por la exclusiva responsabilidad de los malos políticos. También es culpa de la gente, convengamos, que reacciona -por lo general- cuando ya es tarde y las trastadas están hechas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Aquella generación pasó de sus 30 a sus 50 años creciendo en poder y olvidando principios para adquirir privilegios. De todas formas creo que su llegada marcó la llegada al gobierno de unos principios muy plausibles que ojalá siguieran aplicándose.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
I have a dream... Y aquellos fuegos se convirtieron en ceniza. Dicen que el tiempo pone a todo el mundo en su lugar y los políticos han sabido muy bien donde ponerse.
ResponderEliminarUn saludo.
Me acerco a esta plaza para desearle a su dueño una muy Feliz Navidad junto a su linda familia. Espero poder pasearla durante muuuuuchos años más.
ResponderEliminarUn abrazo lleno de cariño Alfredo.