Este jueves, relato. Hablemos del Destino.
¿Qué es el
Destino?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es el
Destino? ¿Y tú me lo preguntas?
El destino…
eres tú.
En otro no
creo. El Destino, no es ni más ni menos que el tino, (sin des) con el que se
hacen las cosas.
En mi caso, la
excepción confirma la regla. Qué es sino esa circunstancia que padezco a
diario, sin excepción, irremediablemente, cada día, da lo mismo la hora o el
lugar. Hasta el punto de replantearme creencias y fabulaciones respecto a por
qué sucede todo, generándome dudas existenciales que minan mis más rectas
convicciones.
A estas
alturas estaréis preguntándoos, qué es eso tan transcendente que cada día, sin
excepción tambalea mi fe en lo puramente circunstancial. Es muy sencillo, mi
batalla con el autobús la tengo perdida:
-¿Por qué
siempre el que espero es el último en llegar, y no lo es en cambio cuando es
otro el que necesito?
-¿Por qué
otras veces cuando lo veo llegar, tengo el semáforo en rojo (él en verde) y
cuando consigo cruzar ya se ha ido?
-¿Por qué cuando
en la parada, miro la pantalla y nunca está la información del que espero? (Son
sólo unos segundos pero nunca está)
Lo he
intentado todo, salir antes de casa o incluso más tarde… siempre es igual; si
salgo más tarde lo veo pasar y si salgo antes es el último en llegar.
¿Es eso el
destino, el azar, o una mano negra que altera los GPS retrasando o adelantado
los autobuses a capricho sin que, salvo yo, nadie se de cuenta?
A pesar de ser
una excepción, agradecería una respuesta o consejo que me permitiese aclarar
este misterio.
Eternamente
vuestro… el Gafe del Bús
Interesantes preguntas parecidas a las que me hago yo. Pareciera que vivieras en Hurlingham.
ResponderEliminar:) Me has hecho sonreír.
ResponderEliminarCreo que el destino te está intentando convencer para que termines creyendo en el... :)
Muchos besos, me gusta mucho tu relato lleno de humor.
Jajajajaja, eso es sencillamente la ley de Murffin
ResponderEliminarBuenas tardes, Alfredo:
ResponderEliminarHas escrito un relato muy ingenioso.
¿Tendrás un poder mutante que aleja hace que los autobuses se alejan de ti cual obuses’
¿Serás el agente inconsciente de algún estudio en tu municipio sobre la reacción del ciudadano ante la espera autobusera?
Ya nos cuentas.
Es un plan perverso que tienen las compañías de autobuses para llevar la delantera, para demostrar al viajero que hagas lo que hagas siempre tienen razón y así conseguir descuadrar nuestras vidas. Todo hemos visto marchar nuestro autobús justo cuando llegábamos, por lo menos yo sí.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato. Un saludo.
Esto que tu dices es ni mas ni menos que la Ley de Murffi. El destino creo que és algo más trascendental que puede afectar a toda una vida.
ResponderEliminarme has hecho sonreir. Un abarazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJajaja sos terrible,Alfredo! Me hiciste divertir tanto con este relato! Y te confieso que parece que la protagonista fuera yo, todas las mañanas y los regresos a casa de mi oficina me pasa lo mismo, jamás acierto al bus que tengo que tomar, así que si alguien te responde estas preguntas, por favor me lo contas.
ResponderEliminarUn beso enorme.
PD: borré mi comentario anterior porque no sé por qué razón del destino te había puesto en lugar de Alfredo, amiga jajajaja
jaja es que el destino a veces nos toma "de punto" y se divierte a costa nuestra
ResponderEliminarExcelente tu relato
=)
Jajajajaja... me has hecho reír... y es que como lo que te pasa a ti me pasa a mi con el dichoso semáforo de antes de enfilar mi barrio... si tengo prisa rojo pesado, si voy con tiempo de sobra verde... esas cosas que nos hace el puñetero Murphy para que no nos aburramos en nuestro día a día... ese señor es un misterio y creo que jamás lo entenderemos ni el nos pondrá las cosas fáciles...
ResponderEliminarBesinos!!
A veces el destino nos permite conocer a jueveros con buen humor que hacen de las madrugadas una sonrisa gigante.
ResponderEliminarUn besazo
Alfredo, yo tengo la solución a tu duda existencial, pero tal vez no sea de tu agrado: ¡¡¡vete andando!!!.
ResponderEliminarDivertido e ingenioso relato, sí señor.
Un fuerte abrazo.