Palabra 41 de 52: Oportunidad
Otra oportunidad, dices… ¿Cuántas van ya? Casi tantas, como cicatrices has dejado en mi cuerpo, y otras tantas
en mi alma que no se ven.
Otra oportunidad, dices… ¿Para
qué? Me has marcado como a una res. Sólo es la marca lo que queda, por fin
estamos en un punto en el que no habíamos estado antes. Estoy segura y, ahora
yo sí quiero, pero lejos de ti… mi segunda oportunidad.
Sobre todo son -creo- las mujeres quienes suelen apostar a darle a su pareja muchas oportunidades. En muchos casos se olvidan de darse una segunda oportunidad a ellas mismas, Celebro que sea en este caso un hombre quien haya destacado esta reivindicación del amor propio femenino, tan justo y necesario.
ResponderEliminarPienso lo mismo que NEO, normalmente, somos las féminas, a las que se nos pide siempre nuevas oportunidades. Éste debe ser un caso muy especial, aunque muy bien narrado. contundente.
ResponderEliminarUn abrazo
Me parece muy acertada la respuesta que da ella.
ResponderEliminarA veces lleva tiempo darse cuenta que por más oportunidades que uno otorgue las cosas no cambian, y ahí es el momento de tomar nuestra propia oportunidad y comenzar a ser felices.
ResponderEliminarUn abrazo!
La tercera oportunidad no debería darse, la segunda debería ser para uno mismo. Bien expuesto y creíble. Abrazos
ResponderEliminarDirecto, energico texto. Sino se busca la segunda oportunidad, la tercera difícilmente vendrá.
ResponderEliminarBesos
Seguro que ha dado demasiadas oportunidades. Estoy de acuerdo con esa segunda oportunidad para ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando ya es más que visible que ciertas situaciones no dan para más, las oportunidades caducan, o al menos deberían caducar -pienso yo. Por lo que la decisión final, es la apertura -al fin- a un nuevo camino.
ResponderEliminarBuen enfoque, que da para reflexionar, hasta dónde y hasta cuándo...
Besos!
Gaby*
Hay momentos en la vida que te das cuenta que no puedes dar más oportunidades a quien no las aprovecha y es entonces que salen las fuerzas necesarias para darnos a nosotros mismos esa oportunidad única de valorarnos y demostrar que la vida puede ser muy diferente a como ha sido hasta ese momento.
ResponderEliminarBesos
Cuando las marcas que quedan son las físicas y psiquicas del maltrato y el desamor se ha instalado como inquilino permanente, creo que se acabó aquello de dar más oportunidades.. Es llegado el momento de tener para sí misma SU oportunidad, la de ser feliz lejos de la bestia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
No es la piel la que duele
ResponderEliminarcuando mi cuerpo maltratas.
Nunca fue la piel...Siempre fue el alma.
Por eso decido irme con el alba,
buscando esa estrella que tu me negabas.
Buscando ser libre...buscando la esperanza.
Gracias Alfredo, por ponerle voz a aquellas que se la arrebataron.