Este jueves, relato. El regalo Navideño
Hoy es mi día, por fin voy a
comprar mis regalos de Reyes. La mañana está tranquila y a esta hora, la calle
fluida y rápida. Alcanzo las puertas del Gran Almacén y me acerco a la sección
de Música.
Suena mi iPhone…
-Me da igual que sea víspera
de Reyes, ¡necesito los planos para esta tarde…!-
Alterado y confundido, llego
al mostrador de Clásica, no recuerdo lo que venía a comprar. ¡A, sí! La
Traviata de Salzburgo...
-lo siento pero ayer
agotamos existencias-
Salgo a la calle en busca de una alternativa a Verdi y al doblar la esquina me tropiezo con un indigente:
Salgo a la calle en busca de una alternativa a Verdi y al doblar la esquina me tropiezo con un indigente:
-dame algo...-
Rastreo el fondo de mi
bolsillo y al tacto reconozco una moneda de 2 euros. No quiero sacarlas todas y
delante de él elegir la de menos valor, total… qué hago yo con 2 euros.
De nuevo suena mi iPhone, los
primeros acordes de “el loco de la colina”, debo de cambiarlo, estoy empezando
a odiar a los Beatles,
-No, lo siento se ha
confundido, no soy Tomás…- respiro hondo e intento relajarme.
Todavía no he comprado nada,
paciencia, allí hay una librería. Cerca de la puerta me aborda una gitana, me
coge la mano e insiste en predecir mi porvenir,
-Señorito, si me da algo le leo
su futuro-
No hay forma de deshacerme
de ella, insisto por activa y por pasiva, sin conseguir que recorriendo su
índice por la palma de mi mano, me vaticine las más disparatas aventuras.
Ya en el interior me
intereso por el Nadal de este año.
–Lo siento, acabo de vender el último a este señor-
–Lo siento, acabo de vender el último a este señor-
Pasa la mañana y sigo sin
Verdi y sin el Nadal, los acordes de The
Fool on de Hill, me trasladan al mundo real. Mi mujer, que no me olvide de la
tintorería. Mi hermano, que me espera para el aperitivo. Mi hija, que necesita
el coche para esta tarde…
Abatido y desesperado, llego
al portal de casa, y…
-Señor, estoy en el paro y
vendo 6 pares de calcetines por 12 euros, le interesan.-
-No, no me interesan.-
Al segundo y pensándolo
mejor le llamo y le digo:
-Oiga Ud. ¡el de los
calcetines! ¿Qué le parece si le doy esto, por todo el lote?-
El parado de los calcetines,
se marcha con cara de circunstancias y mi iPhone en el bolsillo.
Jajajaja, creo que salió ganando el de los calcetines... aunque cuando tenga que comprarse un telefonillo nuevo maldiga hasta las zanahorias.
ResponderEliminarUn beso y feliz día.
En casos como el que cuentas, deshacerse del teléfono, aunque fuera por un par de canicas...ES LA REPERA, jajajajaja...
ResponderEliminarUn abrazo
Ja, ja, al menos el iPhone lo podrá vender al alguien por algo... Felices fiestas. Un abrazo.
ResponderEliminarNo hay dudas que en esto de los Reyes Magos y de las Navidades hay que ser un poco negociante... Divertido tu relato Alfredo!!
ResponderEliminarJajajajajaja, ¡ay las compras de los reyes...!
ResponderEliminarUna historia de corridas, y cosas a último momento que siempre se nos complican, y con una muy buena decisión final, seguramente fue un muy buen regalo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y mis mejores deseos para esta Navidad!!!
Super original Alfredo. No sabes lo bien que te entiendo, ufff, me espera un nadal maravillosamente tranquilo con mis perritas, y.... todo lo que se me antoje, que no será un chisme de esos, para nada. Besos y Bon Nadal.
ResponderEliminarJa,ja,ja....pues no sé yo cuál de los dos se quedaría más contento!!!
ResponderEliminarUn beso
Las situaciones de estres pueden dar lugar a decisiones incomprensibles. Así de estresado estaría para tomar la decisión de desprenderse del iphone. Bueno, a cambio obtuvo unos cuantos calcetines que regalar. Cierto que no son comparables con el último Nadal, pero algo es algo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, yo creo que saldrá ganando. Es que no se puede ir solo por ahí.
ResponderEliminarUn abrazo
Alfredo no había visto el árbol que has hecho para l@s juever@s, lo acabo de ver en el blog deRhodea Blason y me ha encantado, me lo llevo a mi blog y te doy las gracias ¡vaya detallazo!
ResponderEliminarTarareando al Verdi sin el artilugio se llevó el regalo infalible, calcetines, mejor que corbatas, sirven para todos los sexos.
ResponderEliminarEstos días si caemos en la trampa regalo, parecen pesadillas, a disfrutarlos abuelo Alfredo con la familia toda, que te dure la suerte todo el 2014 y más, besitos.
Bien que sintiese el no poder comprara la música, pero !cuidado! que hay algunos "nadales" que seguro no merecen ni un par de calcetines.
ResponderEliminarLo malo, es que el protagonista tiene que volver a la vida diaria y aprovechará para comprar el I Phone 5.
Felicidades y un abrazo.
Algo así como una odisea pre-celebración de Reyes, y es que estas fechas son así, todos parecen enloquecer un poco y uno mismo, queda con la cabeza destornillada. Cuánto estrés! Creo que el señor de los calcetines, terminará estrellando contra algo su recién obtenido regalo en tanto siga sonando... o simplemente comprenderá el por qué de ese regalo, silenciosamente. Genial Alfredo!
ResponderEliminarUn beso y mis deseos de felicidad para esta Navidad!
Gaby*
Jesús que estrésss! Eso nos pasa por estar a todas horas localizables con los móviles. No se si aguantaría mucho este señor con el móvil,,, igual lo agobiaron a llamadas tambien... jajaja
ResponderEliminarBss.
Calculo que este año habrá reparto de calcetines a la hora de abrir los regalos! Quisiera yo ese iPhone jaja, pero bueno se comprende que ciertas cosas a veces se nos tornan intolerables. Por lo menos no escuchará la musiquita por un buen rato.
ResponderEliminarBesos y muchas felicidades!
Sabia decisión, jaja. A veces dan la lata, pero mira que esas llamadas también significa que nos quieren o necesitan ... o que necesitan a Tomás.
ResponderEliminarUn abrazo y muy felices fiestas.
Hola!!
ResponderEliminarY es que cuando no se consigue lo que se quiere hay que ir buscando opciones, las alternativas eran pocas pero al menos llega con algo, tal vez el próximo año le vaya mejor!!
Gracias por participar!
Besos
Muy bonito
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD!!!
La tiranía de los aparatos tecnológicos...hay que cortarla de cuajo, de otro modo nos dominarán totalmente!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo prenavideño!
Menos mal que ya estaba en casa, dos manzanas más andando y se desprende hasta del traje. Sí, demasiada gente malvive solamente gracias a la generosidad de unos pocos.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por el original abeto.
¡Jejeje! ¡A veces la tecnología puede ser una maldición infernal!
ResponderEliminarUn relato ágil, entretenido, divertido y casi sofocante...Seguí tu peripecia, tanto es así que te pido esos dos euros.
ResponderEliminar¿qué podré comprar?
Ya se: golosinas en el Palacio de los Caramelos!!!!
Feliz navidad en paz y armonía con los tuyos en especial con el tesoro de tu nieto.
Besos