Este jueves, relato. De mayor quiero ser...
A los 10 años,
Terry, necesitaba 10 minutos para contestar a esta pregunta, eran muchas las cosas
que le gustaría ser de mayor:
-Quiero ser
como el tío Tom, policía, me gusta su uniforme y la gorra de plato. Mandar en
las calles y llevar un coche con sirena-
Terry utilizó
tres minutos para gesticular imitando a su tío con movimientos marciales y
apuntar con un arma imaginaria a unos malos imaginarios.
-También
quiero ser como Charlton, el novio de Lucy, salir al monte todos los fines de
semana y llenar las paredes de mi casa con trofeos de caza-
Cuatro minutos
le llevó señalar los vacíos de la pared de su habitación imaginándola llena de
cabezas abatidas por su escopeta de juguete.
-Pero lo que
más… ser juez, como mi papá, vestir con la toga y golpear con la maza en la
mesa ordenando silencio y condenando a la cárcel a todos los que se burlan de
mí en el colegio-
Durante cuatro minutos imitó los gestos de su padre,
sentenciando, sin dejar títere con cabeza.
Terry acaba de cumplir los 16, tan solo le han bastado 10 minutos, (el tiempo que necesitó para escenificar sus sueños de adulto) para entrar en la escuela primaria de Newtown y sembrar el horror en la que fue el aula de su adolescencia.
Terry acaba de cumplir los 16, tan solo le han bastado 10 minutos, (el tiempo que necesitó para escenificar sus sueños de adulto) para entrar en la escuela primaria de Newtown y sembrar el horror en la que fue el aula de su adolescencia.
Eso de Terry ya mosqueaba, solo el nombre...... terrrr ible, terrrr or. Besos.
ResponderEliminarEl nombre hacía presagiar mal rollo.
ResponderEliminarEs increíble cómo los sueños de un niño pueden convertirse en la pesadilla de otros...¿Qué circunstancias han influído en la vida de ese niño para cometer un acto así?...Aunque en este caso, tal como lo cuentas quizás no interpretó bien las referencias que tenía...
ResponderEliminarHas pintado con estilo los sueños de Terry y como se iba tomando de los modelos que rodeaban. Me gustó e hizo reír el final Alfredo!! Un gran estilo para expresarte.....
ResponderEliminar¿Cómo llegó Terry a ser un desquiciado insatisfecho, monstruoso? A través del cazador, del poli, del juez??? Siempre me lo pregunto.
ResponderEliminarCulmina el relato con el horror que vemos cada dos por tres, a los 16 y en 10 minutos...!qué tremendo fracaso!
Para meditar y para hacernos preguntas que piden respuestas urgentes.
Petons Alfredo.
En qué modelo se habrá inspirado para cometer semejante tragedia, si hasta que se desenlaza el relato parecía alguien tan normal.
ResponderEliminarUn relato cuyo final te deja con la sangre helada.
Un abrazo.
Recreación literaria, auspiciada por el ¿y qué de mayor?, de una realidad que rompe los esquemas de todo bien nacido.
ResponderEliminarUn abrazo
No me acongojes que por aquí tengo a uno que quiere ser poli... :)))
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
Buena historia con final terrorífico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno si lo que pretendías era ponerme los pelos de punta ¡.Lo has conseguido !
ResponderEliminarAhora me quedo sin respuesta del porque, de esa decisión. ¿ Acaso se nace con una predisposición a ser de una u otra forma ? ¿ Sera el ambiente en el que nos criamos ?
Algo importante se nos escapa, para que un adolescente de 16 años no tenga respeto a la vida de sus semejantes.
Besos amigo.
A veces el cerebro juega malas pasadas y esos problemas mal resueltos pueden acabar de esa manera tan trágica.
ResponderEliminarMuy bien contado
Un abrazo
Un texto muy bueno. De forma muy sutil, vas explicando la infancia de un asesino. y el camino a seguir, para ser tan temido adolescente. Terrorífico.
ResponderEliminarSaludos
¿en qué punto los sueños de los niños dejan de serlo para transformarse en las pesadillas que siembran de adultos?
ResponderEliminarUn abrazo
=)
No creo en un gen capaz de inclinar a las personas a la criminalidad. Pienso que es una cuestión cultural y eso me hace preguntarme en qué instante de su vida, los sueños infantiles pudieron llevarlo a la iniquidad de atentar de esa forma cruel contra sus semejantes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pelitos de punta!... entender no se entiende, cuando estas cosas pasan, pero cuando se conocen los trasfondos y dolores escondidos, entre rabia y frustración, se comprenden un poco más (que no es decir que se justifique algo así). Una historia muy bien narrada que pone al desnudo esa realidad, que cada tanto nos horroriza cuando los informativos cuentan, que un hecho de esta índole ha ocurrido en tal o cual lugar.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Muy buena historia,me ha dejado sin palabras
ResponderEliminarUna buena historia, para que fuera eso, no un hecho que se convierte en realidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Lola
Una realidad que sucede muy a menudo lamentablemente, cuanto odio debe de haber guardado para llegar a ese punto.
ResponderEliminarMe gustó como llevaste el relato acorde al transcurso del tiempo y las variaciones del ánimo del personaje.
Un beso!
Mas dejado planchá con el inesperado final. Me arrodillo ante tu maestría. Eres lo mássss. Besote gordo
ResponderEliminarQué triste sorpresa final, yo ya me estaba imaginando al chico siendo cualquier cosa menos un loco asesino. ¿Dónde se torcieron los reglores?
ResponderEliminarBesos
Quise decir renglones. Un abrazo.
ResponderEliminar"a todos los que se burlan de mí en el colegio"
ResponderEliminarLa respuesta mi amigo, está en tu preciso relato.
La "fuerza bruta" de los débiles...
Muy bien expresado, cuando acabo de oir una noticia similar ocurrida en EEUU...
Besos.
Desde pequeños se fragua...triste final, para tan triste vida.
ResponderEliminarMe gusta en los relatos, el hecho de insinuar más que el de explicarlo todo y en eso eres maestro Alfredo.
Un abrazo.
Que impresión. He tenido la sensacion de estallar una copa de cristal entre las manos, el dolor de ser un indeseable que no supo manejar sus sueños.
ResponderEliminarUn beso
Madre mía, ciertamente hay ilusiones infantiles que tienen su peligro. Me encanta el giro que has dado a esta serie de relatos de inocentes sueños infantiles.
ResponderEliminarAbrazos.
Lástima que lograse cumplir sus sueños y terminar con los de otros muchos. Besote
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