Abstracta Semana.
Hoy, primer día de mi ausencia, me ahoga la melancolía y me desbordan los recuerdos... no quiero mirar atrás.
Hoy, segundo día sin mirar atrás, perplejo en este nuevo amanecer, me lleno de pérdidas irrecuperables, no me caben más de las que traje.
Hoy, tercer día, perdidas mis pérdidas, me veo oscuro y gris, y no sé como iluminarme para encontrarme... aunque sea la mentira.
Hoy, cuarto día entre nubes, me visto de mentiras, me disfrazo de otro que se me parece, lo intento... pero no se lo cree.
Hoy, quinto día de no ser yo, me circunda el amor, sólo tengo que estrechar el círculo y hacerlo mío... se escurre, es de agua.
Hoy, sexto día de llorar, intento rehacerme deseando el deseo, pero el deseo es muy caro y no está a mi alcance.
Hoy, séptimo día de renuncias, me lleno de recelos y envidias gratuitas. Solo, llego hasta el horizonte, cruzo su puerta y me pierdo para siempre.
Hola, Alfredo.
ResponderEliminar¿Quién sabe? A lo mejor al otro lado de la puerta...te encuentras.
¡Vaya semanita!
Sumamente ocurrente.
Maat
¿Me dejas acompañarte?
ResponderEliminarBesos.
Nunca un "descontar" me pareció tan hermoso.
ResponderEliminarUn beso
El comienzo de la inexistencia...el final de lo que ya pasó.
ResponderEliminarDura verdad.
Un abrazo.
Rutual necesario aunque desgarrador para poder empezar de nuevo. Descriptivo y bien montado el calendario.
ResponderEliminarUn abrazo
Cada día que pasa sirve para ir aceptando esas dolencias, no importa cuantos sean, al final vas a encontrar cosas nuevas detrás de la puerta.
ResponderEliminarTus palabras son hermosas, me sentí un tanto identificada en muchas de ellas.
Un abrazo.
Siete días de pérdidas bajo el cielo plomizo.
ResponderEliminarOcurre, sucede ese soltar amarras, pero el día octavo, en plena mar, sale el sol y la brisa lleva reencuentros.
!Salve! besitos.