Un día en... New York
Alguna consideración general.
Las posibilidades de disfrute en esta ciudad, eje del mundo de la cultura en EEUU son tantas y tan estimulantes que se hace indispensable priorizar y ordenar necesidades y alegrías.
Miles de tendencias en moda, novedades en electrónica, rarezas musicales, objetos y productos para el culto al cuerpo, juguetes inimaginables, paraíso para melómanos, mitómanos,
Miles de tendencias en moda, novedades en electrónica, rarezas musicales, objetos y productos para el culto al cuerpo, juguetes inimaginables, paraíso para melómanos, mitómanos,
locos por el diseño, amantes de lo étnico y un largo etc.
Podríamos hacer otros muchos viajes diferentes y no repetir uno solo de los lugares mencionados.
Podríamos hacer otros muchos viajes diferentes y no repetir uno solo de los lugares mencionados.
Igual sucedería con las otras capitales publicadas, pero esta sección se llama: “Un día en...” y mientras sean de 24 horas, no creo que de tiempo para nada más.
8'00.-
El Hudson es un hotel de diseño, (lo cual no garantiza nada) pero en este caso, el diseñador francés Philippe Starck dejó muestras de su genialidad creando unas zonas comunes de singular belleza, destacando el Hall climático con cielorrasos de cristal de 12 mts. de alto, cubierto en su totalidad por hiedra trepadora.
8'10.-
Frente al hotel, en la esquina de Columbus Circle, están las dos torres gemelas del Time Warner Center, en la primera planta nos preparamos para la larga jornada con un completo desayuno en el café Dean & Deluca.
8'30.-
Una de las estaciones de Metro con más enlaces de la ciudad, está en los bajos del edificio. La línea A nos llevará a Brooklyn en unos minutos.
Una vez allí, cruzamos el Walt Whitman Park hacia Clark St. y buscamos un banco desde el que disfrutar de la panorámica de Manhattan, el Brooklyn Heights Promenade es perfecto para tomar conciencia de la belleza y magnitud de una ciudad que casi alcanza el cielo.
10'00.-
Dejamos atrás el elegante y cinematográfico barrio de Brooklyn Heights y nada mejor que regresar cruzando el puente andando. Caminamos de Sur a Norte, visionando paso a paso sobre las traviesas de madera de teka y a través de sus 1.000 metros de longitud las espectaculares panorámicas de la ciudad.
11'00.-
Con el principio de Broadway como referencia, nos dirigimos al emergente barrio de Nolita, donde está ubicado el New Museum of NY, obra del estudio japonés SANAA. Ltd. Impresionante edificio de cubos de aluminio mallado superpuestos, con las colecciones de los artistas mas alternativos del Mundo.
12'30.-
Antes de comer, una visita a la tienda de Prada en pleno corazón del Soho, espectacular arquitectura interior, al lado en el 107 de Green St. la editora alemana Taschen abrió hace años un local diseñado por Starck, que recoge como en sus otras sucursales las más impecables y atractivas colecciones de Arte, Fotografía y Arquitectura de la vanguardia mundial. Y para echar el resto en ropa desenfadada sin gastarse demasiado, OLD NAVY en el 503 de Broadway. (No perderse la ropa de niños).
14’00.-
Es la hora de un descanso y de una buena carne, Gallagher’s es uno de los muchos y buenos restaurantes de Times Square, con una carta variada, precio razonable y un servicio que se gana la propina.
16’00.-
La tarde es clara en Manhattan. Un taxi nos deja en Central Park, frente al Dakota, edificio que salvo su atractiva arquitectura de la época no me atrae lo más mínimo, pero no puedo evitar ese momento mágico de nostalgia y reconocimiento a Lennon y me pierdo unos minutos tarareando Imagine por su Campo de Fresas.
Paseamos a través del parque en dirección al lado Este, la visión de la ciudad desde el interior es silenciosa y monumental. Una parada en los escalones de la terraza de la fuente del Ángel y cogemos fuerza para reanudar el paseo hasta desembarcar frente al Museo Guggenheim. Continente y contenido nos elevan al séptimo cielo del Arte, desde los clásicos hasta los recién nacidos, desde la pintura y la escultura al audiovisual más conceptual.
19’00.-
El metro de nuevo nos dejará en unos minutos en el interior del Rockefeller Center, frente al edificio principal del complejo está Brookstone, desde sus escaparates se ven a los patinadores
deslizándose por la famosa plaza hecha pista de hielo, esta tienda está a la vanguardia mundial en accesorios al servicio y comodidad de las personas, maletas fáciles de transportar, útiles de baño, de cocina, pequeño electrodoméstico, accesorios de limpieza y fitness, todo ello diseñado para ser disfrutado en su uso cotidiano, de aspecto limpio y ergonómico.
20’30.-
La puerta del Magestic Theater es un hervidero de gente. El Fantasma de la Opera nos espera en un derroche de imaginación con la puesta en escena.
De regreso al Hotel, caminado por Broadway, la melodía inolvidable de Andrew Lloyd Webber, te acompaña mientras el sueño te vence, a la espera de una nueva experiencia.
24’00.-
Gracias, querido amigo.
ResponderEliminarAhora mismo voy a imprimirlo y junto con otro que pusiste y que tengo impreso, el próximo viaje, con los dos itinerarios en mano, vou a aprovechar el tiempo al máximo...
En N.Y. city, siempre es corto...
Gracias...
Besitos
Se suponía que volvería este año... hace ya diez años y me gustaría volver, me encanta este día tuyo, creo que haré como Luna, ahora toca ver esta ciudad desde otro prisma.
ResponderEliminarBesos
Excelencia, disfrute, un tiempo bien vivido. Pasié por N.Y. en buenísima compañía y muy generosa por cierto, no faltó detalle, minuto a minuto, puerta a puerta. Por supuesto, acepto más sugerencias, no me canso de saber de lugares y soy de los que disfrutan muchísimo con los cuentos y fotografías de los viajes que hacen los amigos. Claro que el tuyo, se destaca, no cabe duda, nada de Michelín, la mejor es la tuya (Alfredín, la buatizamos entonces). Un fuerte abrazo viajero.
ResponderEliminarp.d. las fotos una delicia!
Me encantó tu blog!!! Aquí me quedo, siguiéndote. Llegué desde el comentario en otro blog amigo.
ResponderEliminarTe invito a conocer los míos, será un lujo verte por allí.
Un abrazo desde Ciudad de Buenos Aires
Alfredo, porfa, cuando vaya a N.Y te vienes de guia, así, hora por hora no me pierdo nada, ni un diseño, ni una arquitectura, ni un parque, gente, comida, arte, música, teatro...
ResponderEliminarUna delicia eres viajando tan curioso, tan atento, tan entusiasmado. Las fotos contagian más ganas de ir, sabes captar esos ángulos que fascinan ¿deformación profesional? más bien diría, intuición adquirida. Besooo a lo Manhattan, viendo el puente de Brooklyn en B y N., suena Rapsody in Blue.
Nueva York significa nostalgia para mi, porque la asocio inevitablemente a mi infancia y a mi viejo. Siempre sentí que es una ciudad ciclotímica, a veces está muy gris y te lo transmite y otras está luminosa y también te contagia. Nunca, nunca, nunca se puede terminar de conocerla. Es inabarcable y mágica.
ResponderEliminarGracias por el paseo, esa ardilla en Central Park me mató.
Abrazos Alfredino!
he sentido la fuerza de la modernidad de esta ciudad...y debido a ello un pensamiento preestablecido ha surcado por mi cabecita:
ResponderEliminarlos americanos han elevado hasta lo sublime eso de lo moderno...a ver si me explico. hace poco salía por tv un hallazgo de un barco...¡¡tenía 200 años más menos! le manda cullons...
esto me lleva a preguntarte, alfredo, lo siguiente:
¿ensalzan lo nuevo, lo novísimo incluso...hablo de la palabra vanguardia que te he leido...tanto? ¿qué me dirías si te preguntara si no has echado de menos la antigüedad de europa?
p.d.
me podrías responder si a bien lo tienes vía mail a estas cuestiones??
gracias, amigo alfredo.
Luna, Matices, Cas, Susana, Natàtia y Any:
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios y me alegra haberos contagiado de esa magia que tienen algunos lugares y de los que resulta tan facil contar mis experiencias.
Gustavo, en primer lugar me alegra haberte trasmitido esa fuerza que tiene New York y que se aloja en nuestro recuerdo añorándolo en la distancia.
Pero no es mayor que la de Paris, Londres o Madrid, las grandes urbes no lo son por casualidad, te impactan y te hipotecan la memoria para toda la vida.
New York, si tiene historia, la suya y está muy bien representada y mantenida en barrios y museos.
Yo en New York, no hecho de menos la antigüedad de Europa, ni el Mediterráneo, ni Valencia, ni tan siquiera a mis amigos o familia, porque se y siento que están ahí, y en cualquier momento, (siempre pronto) los disfrutaré de nuevo.
En mi caso además te puedo asegurar que podría morir de un empacho de modernidad o vanguardia, cuando con las antigüedades solo cogería algún que otro resfriado.
Que le vamos a hacer, mis manías y yo somos así.
Y te contesto aquí, porque creo que los blogs, también son foros de paraceres que están abiertos a todos los lectores.
Gracias a ti, por mostrar siempre un especial interés por las cosas que escribimos.
Abrazos a todos
Estoy de acuerdo con Alfredo.
ResponderEliminarDoy fé.
Una cosa no excluye la otra ni mucho menos...
Cuando visitas la vieja Europa, sabes lo que vas a ver.
Quien vá a N.Y. no espera ver monumentos clásicos. Para eso se queda en Europa.
Pero además, visitar NY no es solo visitar una cultura Americana, que lo es, con su carga de Historia, de los años que sea, como la isla de Elis.
Es visitar la mayor concentración de cosas, gentes y culturas imaginables.
Muchos países dentro de un país.
Muchas culturas viviendo y conviviendo.
Solo sentarse a esperar un avión en el aeropuerto de JFK durante algunas horas, (lo he hecho muchas veces) es un espectáculo.
En la Gran Estación.
En Central Park.
Pasear por la Quinta Avenida.
Sentarse en una terraza en Tames Square...
Entrar en un avión desde el mar N.Y. de dia, a baja altura es indescriptible.
Es como si de momento pasaran por delante de ti, cincuenta películas a la vez...
No se echa en falta a Europa porque no queremos ver a ver Europa.
Besitos
Llevo yendo a EEUU diecisiete años
Los hay....que, cuando oyen lo de "la gran manzana" se piensan que es una exageración del frutero... otros tenemos la suerte de viajar desde tus letras, asi que gracias por tan estupendo recorrido. Anoto cada detalle, igual un dia de estos, me escapo.
ResponderEliminarBesos
Gracias Alfredo por traer estos paseos hasta aquí, los he caminado con los ojos cerrados recreandome en tus palabras. Ojala pudiera algún día caminarlos con mis pies.
ResponderEliminarUn saludo.
Sentarse en un banco y ver pasar a los variopintos paseantes ya debe ser una gozaba de espíritu cosmopolita, verdad?
ResponderEliminarUn abrazo, Alfredo.
¿Qué tal la ópera? ¿Y la acústica, es tan sensacional como dicen o es más un alardeo?
solo he sufrido en tu explendida visita la nostalgia de las alturas, "las Gemelas", tan bellas, tan limpias,... a las que visité por última vez dos días antes de la debacle...
ResponderEliminarimborrables, inseparables siempre para mi de NY...
abrazos nostálgicos