Este jueves, relato: El protagonista oculto... Una guerrera.
Encarni es actriz. Hoy tiene rodaje. Un rol dramático, como su vida. Sale de casa apresurada, nerviosa. Ha conseguido maquillar los hematomas de su cara y, de nuevo, darle brillo a sus expresivos ojos. De camino al estudio se esfuerza por recuperar la normalidad. Ella es tierna, amable y apasionada con todo aquello en lo que cree; pero en casa... eso es otra historia, al menos hasta hoy. No sabe si, por fin, será capaz de cumplir lo que se ha prometido. Toma consciencia nada más gritar el director: «¡Silencio, se rueda!». La primera frase de su partenaire, rebota en la madera del falso decorado simulando un golpe que la arroja al suelo: « ¿Que me calle? Todas sois iguales. ¡Unas putas!». El limitado aforo, completo, contiene la respiración. Encarni traga saliva e inicia el diálogo con la que es su réplica: «Si me vuelves a tocar me voy para siempre». Él le grita de nuevo, salpicándole el alma con una desbocada ira: «No te atreverás, si pon