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Este jueves, relato: FLORES Y COLORES

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¡Fucsia! Qué difícil era de pronunciar, Fuc... sia. Los muros del huerto de Santa Rita estaban cubiertos por enredaderas que abrazaban sus superficies encaladas de blanco. Luego, con el tiempo, supe que esa planta trepadora se llamaba "Buganvilla" y su color era el "fucsia". Aquella tarde, durante unos minutos fue el tapiz sobre el que Violeta y yo nos besamos por primera vez. Algo que debería de haber pesado toda la vida sobre nuestras conciencias porque no sólo fue el primer beso, sino también el primer pecado. Al día siguiente sin pasar por el confesionario tomamos nuestra primera comunión, obviamente... ¡Sin la gracia de Dios! Hoy, unos años después la magenta trepadora ha dejado paso a un paramento alicatado hasta los tres metros, desde donde nace el luminoso de un Garaje. Violeta se casó con el hijo pequeño del propietario del huerto, y yo compuesto y sin novia, soy el mozo repartidor de una floristería que paradójicamente se llama "La Buganvi

Palabras, 29 de 53: OPTIMISMO

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¡O lo que es lo mismo...! Siguiendo una idea de Sindel

Este jueves, relato: "Sucedió en un tren"

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Este jueves, el relato tiene una introducción de la que todos debemos partir, y que es esta: "Su voz era como un susurro, hablaba y hablaba sin escatimar en detalles. A esas horas de la noche, los pormenores sobre la historia de nuestra familia me adormecían sin poder evitarlo. El abuelo repetía una y otra vez la aventura de aquel viaje en el que una vez en el tren..." ...se enamoró de mi abuela. Era su primera salida de casa. Su primera ausencia. Solo en el compartimento disfrutaba del paisaje, perdiéndose con la mirada fija en la ventana entre verdes y azules. Desde su asiento de tercera, veía pasar la vida a cien por hora.  Ella subió en el apeadero de San Clemente ocupando una plaza frente a él. A partir de ese momento, no había más ventana que ella, a la que se asomó, vaciando alma y cuerpo hasta perder el sentido y, en la búsqueda, encontrar el sueño de su vida. Hoy, solo, mi abuelo vive mirando esa ventana, la del tren, la de los azules y verdes. En su sole