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Palabra 13 de 53: Olvido.

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¿Y tú, quién eres? Papá, soy yo... tu hijo. Siguiendo una idea de Sindel

Este jueves, relato: La ventana de la vida.

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A las 6 de la mañana, cada día, el campo abre sus puertas y los hombres y mujeres de la casa , fieles a sus tareas de temporada reparten los quehaceres al abrigo del amanecer.  La demanda del valle es amplia y también su oferta. Adela es la primera en levantarse. Es la capitana de un ejército ovino, rebaño taciturno y disciplinado como pocos. Pasa revista desde la ventana que da al prado. Las ovejas y carneros en numero de 110 en total, son el futuro de la familia; su piel, lana, carne y leche pagarán los estudios de los pequeños y la tranquilidad de los mayores. Desayuna sola. Mira de nuevo a través de esa pantalla multicolor llena de animalitos de dibujos animados. Prepara la leña y calienta los fogones. El aceite de la sartén chisporrotea al tiempo que distribuye en el banco los enseres del desayuno, los huevos, el pan tostado, la mermelada y la leche fresca de hace unos minutos. Abre la puerta de la cocina que da al valle y en silencio, consigue movilizar 110 soldad

Este jueves, relato: Miradas

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Mi mirada se fija en el cristal y su imagen se dibuja frente a mis ojos. Es nítido su contorno, y su inexistente volumen acentúa un falso gesto en dos dimensiones. Pura fachada. Un mar de dudas. Un valle de desconciertos. Es la misma de siempre. Pero... ¿Qué sé de él? Siempre me confunde, me seduce con sus frescas facciones oliendo a temprana ducha de agua fría. Quiero acercarme a él, y él se deja lo que se deja, todo y nada. Quiero conocerle mejor, y él me enseña solo mi cara, lo demás no existe. Imploro, ruego, demando, suplico y mi seriedad se ve amenazada por una cruel e irónica risotada y, a continuación... me da la espalda. Mañana de nuevo, frente al espejo, me pediré  explicaciones, una vez más mientras esté delante: -Por favor desnuda tu alma ¡Quiero conocerte! Más miradas con matices diferentes en su Blog  

Palabra 11 de 53: Mujer

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Cristo hizo la Última Cena para trece hombres. Lo que la historia sagrada no cuenta es: cómo se llamaban las mujeres que se quedaron a recoger y fregar. Mucho ha llovido desde entonces y me temo que ni en la sagrada, ni en la atea las cosas han cambiado demasiado.               Siguiendo una idea de Sindel  

Este jueves, relato. Título sorpresa: "La silla va de viaje".

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   Es la pequeña y es su primer viaje. Yo, su madre, la mecedora, no lo tengo nada claro. Pero su padre, el sillón, dice que ya es mayor, que tiene que espabilar y ver mundo.   Parece que fue ayer cuando Tomás, el carpintero de cabecera me dijo: María vas a tener una silla, y recién nacida ya olía a roble fresco. De niña sentía la emoción de los primeros descubrimientos. Aquel culito blanco que la acariciaba, escurriendo las tiernas nalgas sobre su resbaladizo cuerpo, hasta que alguien decidió que había que tapizar el asiento con loneta de colores. Aquella base que iba creciendo en altura, con almohadones superpuestos, tal y como se hacía mayor Carmencin.    Siempre fue transparente. Su mirada limpia a través de los barrotes torneados encontraba el límite en la prolongación hacia el suelo de las cuatro patas sobre las que se sostenía.    Hoy, unos barnizados después, se va de viaje al bosque de la vida. Paseará entre robles nobles, hayas en sayas, pinos pintureros, y tomará

Palabar 10 de 53: Secreto

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Que te quiero, es un secreto a voces Siguiendo una idea de Sindel

Este jueves, relato: Una canción, un recuerdo.

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        Me señalé haciendo el pino. Mi agilidad para mantenerme perpendicular al suelo no era ningún mérito, tenía la edad y la motivación necesaria para extenderme en piruetas que llamaran su atención.     En el país de los ciegos el tuerto era el rey. Y yo, en aquel pueblecito de la Mancha era un Quijote entre tanto Sancho. Sólo se trataba de figurar, de atraer, de seducir, en definitiva de presumir de lo que no era, pero parecía que era. Un chico de capital, con vaqueros de marca, un reloj de pulsera y un diminuto transistor a pilas.  Algo impensable a principios de los sesenta para aquellos niños de pantalones de pana con culeras, alpargatas de esparto y pelo al cero.     La culpa era de Rufina la hija del panadero, los ojos más grandes y bonitos de la plaza, que con sus largas trenzas y su rojiza piel llena de pecas, arrancaba deseos en el baile al run run de la canción del Dúo Dinámico. Fue nuestro primer beso, pero demasiado tarde para regalarnos el segundo. Estas cos

Este jueves, relato: Argumentos Oníricos.

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   Dormido, me deslizo hacia un lateral de la cama, y apoyando los pies en el tibio parquet me incorporo lentamente. Me adivino paseándome en la penumbra que cubre el recorrido hasta el balcón. Mi primera visión se detiene ante un espantapájaros, vestido con mi ropa de ayer. Lo intuyo en la oscuridad de la habitación, acaricio sus hombros que reflejan las luces que se cuelan desde el exterior. Erecto, suficiente, ordenado, arriba esto y debajo lo otro.     El extraño maniquí, al que siempre le ha faltado el sombrero de paja, me saluda ausente, descabezado, parco en palabras. Lo suyo no es la interlocución. Solamente una vez, en un alarde de locuacidad me confesó que su fuerte era vigilar mi sueño, testigo del paseo de mi alma hacia el balcón.       El objeto no tenía nombre, en el onírico mundo de mi inexistencia no hacía falta, sólo vigilaba. Su sexto sentido era suficiente para identificar y señalar cada uno de los misterios de aquel rosario en blanco y negro que guiaba m

Este jueves, relato: La Máquina del Tiempo.

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Mi vida está dividida en cuatro cuartos. Los tres primeros ya están consumidos; el cuarto, como lo fueron todos antes de suceder es una incógnita. Estos cuatro cuartos son exactos, cada uno de ellos comprende 22 años. Mi ocupación en estos meses es viajar a los tres primeros -pasado-,  y al cuarto -futuro- con mi peculiar transportador de materia. Hace unos meses regresé del final del primero. Me vi con uniforme, sin galones, el pelo al cero, -casi como ahora- fumador empedernido de glorias benditas al alucinante ritmo de los Pink Floyd. Irresponsable, sabelotodo y torpe.  Semanas atrás la máquina me llevó a mediados de la segunda etapa. Mi pelo había crecido. Comprometido con las causas perdidas y rey de la oscuridad en una noche que dominaban los grises. Errando en lo esencial y engañándome en los detalles.             Ayer me desintegré en el tiempo y arañé unos minutos de la tercera etapa, esa que ya dibujaba en color, pero a la que necesito retrotraerme para olerla, toc

Este jueves, relato: Compartiendo el final.

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Este jueves la propuesta viene de la mano de Lucía . Ella nos da el final del relato (entrecomillado en rojo) y nosotros ponemos lo que precede. Le dijo que lo de ellos no podía continuar. Esa decisión, sólo añadió algo de drama a su corazón quinceañero recién estrenado en el ejercicio de amar. La sombra de sus ojos delataba una triste oscuridad seguida de unas lágrimas que no merecía. Era diecisiete años más joven que él.  Un aventajado loco, experto en fabricar y romper sentimientos de cristal. Su dedo acusador le señalaba como el inconsciente instigador de esa engañosa locura de la que se sentía víctima. Alejandro provocó su ansiedad, sus dudas, y también el fin de aquel laberinto de deseos gastados que brillaban cuando lo veía. Guardaba aquel anillo de papel que arrancó de un tirón, ya no significaba nada para ella, en el suelo seguiría siendo sólo la vitola de un apestoso habano. El viento le acarició de costado, y sin llorar decidió alejarse de él. Todavía hoy oye e

Este jueves, relato: El caso Nisman

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Querida Cristina: No sabes cómo te entiendo. Es injusta la gratuidad con la que se nos carga de un lastre inmerecido las alforjas de nuestro destino.  Nosotros que lo abandonamos todo a cambio de nada. Nuestros mejores años quedan perdidos inmersos en un sueño que la mayoría de nuestros beneficiados súbditos no entiende. Nuestro tiempo lejos de la familia, la frialdad de nuestras horas muertas y la renuncia a los más que merecidos entretenimientos. Por no hablar de la sacrificada pero necesaria escasa remuneración. Somos frágiles chivos expiatorios. Como pasa con los niños, siempre es bueno que haya un cándido responsable para vaciar sobre sus cansadas espaldas toda la mierda que una minoría radical y bolivariana se le antoja descargar. Sin embargo sólo unos canallas podrían considerar como signo de progreso, que unos absurdos chismes sean reflejo de la auténtica verdad. Así pues, envidiada Cristina ¡Se fuerte! y ¡Aguanta! que eso es ruido para unos días pero silencio par

Palabra 5 de 53: Alma

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Alma, ¿Dónde estás, que no te veo? (Foto de Iban Ramón)

Cierre de convocatoria. Este jueves, relato.

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Con unos minutos ya vencido el sábado, damos por cerrada esta convocatoria. Un jueves más con el lápiz y la imaginación  a cuestas. En este hemos puesto a prueba nuestra capacidad para llorar y hacer llorar. Textos emocionantes, tiernos, íntimos y personales. Con la sensibilidad como bandera hemos encogido corazones y revoloteado estómagos.  Paso el relevo a muestro querido Gustavo: El Dalí de los Jueves. Gracias a todos por vuestra participación y en especial a Casss, en lo que ya es habitual: el diseño y publicación de las imágenes de los enlaces, gracias amiga.

Este jueves, relato: LLorar de Felicidad.

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Había oído hablar de él. Sabía que era grande, con todos los tonos de grises, verdes y azules. Los verdes y azules me los tuve que imaginar, los grises no cabían en mis ojos. Siempre en movimiento, ocupó durante todo aquel Agosto la pared encalada del cine de verano. Esas imágenes me hipnotizaron con sus mil caras. Su ir y venir, siempre en movimiento. Aquella noche en el cerro de los ángeles a la sombra del molino grande, lo soñé por primera vez. -Algún día, me dije. Ahora sesenta años después, por primera vez a escasos centímetros de su piel, sobrecogido y minimizado por su tamaño, le planto cara y me emociono. Sigue sin caber en mi mirada, menos todavía cuando mis ojos empiezan a humedecer y empequeñecer frente a él. Amado Mar, desconocido amante. ¿Puede mi adulto corazón resistir tanta belleza sin romper en un inevitable llanto por tanta felicidad?

"Llorar de... Felicidad" Relatos del jueves 22.01.2015

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Escritores que se asoman a este jueves con el lápiz más sensible que nunca.  Hombres y mujeres que de la mano de la pasión y el sentimiento nos inundan de felicidad.  Vayamos preparando los pañuelos.

Convocatoria. Este jueves, relato: "Llorar... de Felicidad"

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Convocatoria para el próximo 22 de Enero de 2015. Vamos a Llorar… de Felicidad. Imaginemos una historia tierna, entrañable, emotiva. Una ficción de las de llorar a moco tendido.  Saquemos toda nuestra sensibilidad a pasear, que nos acompañe en una tarde de lluvia. Esa escena de aquella película que nos aflojó el lagrimal. Esa melodía que nos mueve el alma o ese cuento que reflejaría el más sentimental de nuestros recuerdos. Tema: Llorar… de felicidad . Ya sabéis, Tésalo nos vigila: Sobre las trescientas palabras, notificar vuestra participación una vez publicado el relato mediante un comentario en el Blog del convocante. Incluir un enlace con el citado Blog para que este sirva de consulta de participantes. Podéis publicar de miércoles noche a viernes noche. La convocatoria se cerrará el sábado en la que se dará a conocer el siguiente conductor.

Este jueves, relato: Escritura creativa... a elegir

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Mª José Moreno, dando una vuelta más de tuerca nos propone una ficción en la que entre otros elegimos: el título “Tras el origen”, la primera línea “La chica de las pecas tuvo un presentimiento...”, y cinco palabras a utilizar “edad, bestia, tenderete, falsificador y cuervo”. En su Blog , podéis leer más relatos.                                                                   Tras el or igen.     La chica de las pecas tuvo un presentimiento... no todo lo que le rodeaba era humano. Ella misma tenía dudas. Esas pecas de color verde fósforo, le daban un aspecto de bestia sin edad  flotando en agua salada a merced del falsificador, que convertía sus días oscuros por noches iluminadas. Arriba, escondido, quedaba el cielo estrellado que sólo se adivinaba a través de cortinas hiladas, como un tenderete de algas varias.     La chica de las pecas verde fósforo, tuvo una duda, cómo había podido construir su vida en aquella cárcel de mares revueltos. Debía de haber mares

Palabra 3 de 53: Utopía

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Tú crees que eres real,  pero todo en ti... es pura Utopía Siguiendo una idea de Sindel

Este jueves, relato: Se fue la luz.

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La luz se ha ido… y nadie sabe cómo ha sido. Me ha dejado solo, descompuesto y en la total de las oscuridades, ahora en su ausencia reconozco que tenía razón, le he hecho la vida imposible, he subestimado su paciencia... Todo empezó la semana de Navidad; hasta ese momento estaba fielmente iluminado; la casa brillaba con colores de fiesta; el Hall y el pasillo lucían en techos y paredes; el Salón y el Comedor presumían con destellos uniformes; los dormitorios eran lunas encendidas y la cocina un desfile militar con la lavadora, el lavaplatos, microondas y frigorífico marcando el paso a ritmo de villancico. Ya sabemos que tener luz no es ninguna ganga, no es un regalo ilimitado, pero es rencorosa y vengativa y jamás me perdonará que en Nochebuena, Papá Noel me regalase un equipo japonés de Aire Acondicionado Frio-Calor de más de 4.000 vatios. Fue la gota que llenó el vaso, y magnetotérmicos, diferenciales y demás interruptores saltaron por los aires. Ahora es el m

Este jueves, relato: Invierno

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A pesar de su edad, -y de su nombre- Sigfrido no había visto nunca el invierno. Nació en primavera hace dieciocho años y su vida había trascurrido invariablemente de la primavera al verano, del verano al otoño y de éste de nuevo a la primavera. Dieciocho años sin conocer las Navidades, las rebajas de Enero o el día de San Valentín. Su reloj temporal le permitía revivir cada nueve meses los mismos acontecimientos; lo cual por otra parte era lo normal, pues nueve fueron los meses que él recordaba desde que su papá puso la semillita en su mamá, hasta el día que vio la luz por primera vez. Sólo conocía los tres cuartos de todo, y por supuesto desconocía el significado de las palabras Enero y Febrero. Su existencia estaba llena de misterios, de ausencias, de lagunas, incógnitas estas que potenciaban su curiosidad por las cosas. Un día de Diciembre, creo que el veintiuno, se despertó en la parte del año equivocada, una que él desconocía, y que no era ni la primavera, ni el verano