Este jueves, relato. Es el viento...
Soy un relator de papel a merced del viento. En mi soledad e indefensión, vuelo como una hoja mecida caprichosamente entre líneas. Leo esta página confiado en empezar por el principio, como sería habitual en circunstancias normales. Pero Eolo, agresivo, en un ataque feroz me desplaza a la segunda línea donde releo que en mi soledad e indefensión vuelo como una hoja mecida… Él insiste y como a un muñeco de trapo me lanza sobre la decimosegunda línea, que cuenta como una brisa gratificante e inesperada, me da cierta... Una brisa gratificante e inesperada, me da cierta tranquilidad, permitiéndome seguir la lectura con orden y concierto... Traidor, impacta con toda su fuerza lanzándome de bruces al final de la página, donde me sostengo a duras penas para leer que hay más relatos sobre el viento en el molino de Juan Carlos... Incansable, helado y veloz, me zarandea de arriba abajo, de derecha a izquierda, y vencido caigo sobre el principio del relato e inevitablemente d